Este 11 de agosto es la fiesta de santa Clara, y se evoca (principalmente) a esta dama que naciera en Asís, Italia, un 16 de julio, allá por 1194, y se durmiera el 11 de agosto de 1253.
Fiel seguidora de san Francisco de Asís junto a quien fundó la orden franciscana de las hermanas clarisas. Nuestra santa Clara se preciaba de llamarse “humilde planta del bienaventurado Padre Francisco”. Después de abandonar su antigua vida de noble, se estableció finalmente en el monasterio de san Damián hasta su muerte. Santa Clara fue la primera mujer en escribir una regla y recibir aprobación papal.
Hubo otras Claras, tal el caso de Chiara Lubich, mujer de férreas convicciones y un amor a prueba de balas. Alguien que buscó la unidad en la diversidad. Propuso a sus seguidores hacernos uno con el prójimo, practicar la mutua y continua caridad, ejercer la santa escucha y el diálogo a 360º, esencialmente con los que pensaran distinto a nos. ¿Será posible …?
O Chiara Luce Badano, joven italiana nacida en 1971. Dama cultora de la natación, el esquí, la música y sus amigos. Una dama de corazón abierto, atenta a los “últimos”. En 1981, a los nueve años participa del “Familyfest”, un gran encuentro de los focolares. Es una revelación: “He descubierto el Evangelio bajo una nueva luz – le escribe a Chiara Lubich– ¡ahora quiero hacer de este libro el único objetivo de mi vida!”. Al poco tiempo se le descubre un cruel tumor. Chiara Luce, joven luminosa que dio su vida con lucidez y alegría, aún en medio del dolor, alentando a quienes iban a visitarla. Llega a rechazar la morfina porque “quita la lucidez, y yo puedo ofrecer a Jesús solo el dolor. Me ha quedado solo esto”.
Parte a los 19 años, con una sonrisa a su padre, y un saludo a María Teresa: “Mamá, debes estar feliz, porque yo lo soy!”.
Recuerdo también a mi madrina, que se llamaba Clara, y a tantas otras damas de mi familia que llevan ese nombre. Algunas de edad avanzada y otras más jóvenes.
Me pregunto, ¿será el mero nombre que les da cierta luminosidad, a estas personas que nos salvan?, cómo será cada día “cuándo no tengamos a mano” a nuestras Claras?
Nos lo canta Mavi Díaz