Lo señala la Cumbre Mundial del Reciclaje celebrada en Barcelona. Solo en la UE este tipo de actividad ha generado 300.000 puestos de trabajo.
Tras promover el pasado 17 de mayo el primer Día Mundial del Reciclaje y poner en marcha para reforzar sus acciones un Consejo Mundial de Asociaciones involucradas en esa actividad en todo el globo, la Cumbre Mundial del Reciclaje celebrada durante tres días en Barcelona concluyó este miércoles con la declaración de que así “se ha creado un verdadero movimiento global”.
Desde la Cumbre Mundial se informó que las acciones de reciclaje de materiales en el mundo suponen una reducción de 700 millones de toneladas de CO2 anuales, lo que equivale a 100 kilos anuales de CO2 por persona.
La Cumbre Mundial del Reciclaje se ha clausurado con la convicción de que se ha creado “un verdadero movimiento global” en un sector emergente que ya contribuye a frenar el cambio climático.
Fundado en 1948, el Bureau of International Recycling (BIR) fue la primera asociación en apoyar los intereses del sector del reciclaje a escala internacional. Hoy día, el BIR representa a más de 760 empresas del sector privado asociadas y a 36 asociaciones nacionales de más de 70 países. Juntos, sus miembros constituyen la asociación del sector del reciclaje más grande en el ámbito internacional.
El BIR promueve el reciclaje de materiales y facilita el comercio libre y justo de materias reciclables en una economía mundial sostenible a la vez que competitiva. La entidad cuenta con cuatro divisiones sobre reciclaje: metales no férricos; metales férricos, papel y textil, y tres comités especiales sobre acero inoxidable y aleaciones especiales, plástico y neumáticos.
Según el informe del BIR sobre el primer Día Mundial del Reciclaje, sus proyectos de reciclaje contribuyen en todo el mundo a cumplir hasta 4 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU: empleo digno (solo en la Unión Europea, el reciclaje ha generado 300.000 puestos de trabajo y hay gran potencial en otras zonas); enseñanza primaria universal (las economías locales pueden invertir en educación parte de los beneficios de un sistema de reciclaje exitoso); combatir enfermedades (centros de reciclaje y mejor gestión de residuos mejoran las condiciones sanitarias de las comunidades locales, especialmente en las economías emergentes); garantizar la sostenibilidad del medio ambiente (el reciclaje ayuda a reducir las emisiones de CO2 en 700 millones de toneladas al año, como mínimo (cifra equivalente a cerca de 100 kilos por habitante y año).
De ese total, el ahorro estimado en emisiones anuales de CO2 solo por la producción de los metales secundarios (aluminio, cobre y ferrosos) alcanza los 572 millones de toneladas.
Fuente: Ecoportal.net