Una inquieta y original iniciativa de la comunidad Apucarana promueve reducir la contaminación del medio ambiente. La misma consiste en campañas para recolectar residuos electrónicos y aceite de cocina usado.
Los voluntarios de la Parroquia de Nuestra Señora del Rosario de Fátima en el brasileño Estado de Paraná, realizan recolecciones diferenciadas de residuos. Sus integrantes recorren los barrios recogiendo tanto los residuos electrónicos como el aceite de cocina usado.
Amauri Henrique Rosina coordina las acciones de la campaña en la ciudad para poner en práctica las exhortaciones del Papa de la Laudato si’ para transformar el entorno, “modificando los efectos adversos de los condicionamientos y aprendiendo a orientar su existencia en medio del desorden y la precariedad”.
Recolección de aceite
En septiembre de 2020 se invitó a la comunidad a separar y desechar adecuadamente el aceite de cocina usado. Se recuperaron más de 1.000 litros, evitando la contaminación de 1.000 millones de litros de agua.
La eliminación inadecuada de este tipo de aceite, muy utilizado en hogares, bares y restaurantes, puede causar graves daños al medio ambiente. Los expertos desaconsejan desechar el producto en los desagües, porque daña las cañerías y contamina el medio ambiente.
En la campaña de 2019, los voluntarios habían notado que “la gente tenía mucho aceite usado y no sabía qué hacer con él. Observamos que los contenedores estaban sucios y polvorientos, almacenados de seis meses a un año, y la gente dijo que no sabía cómo deshacerse de ellos. Estamos creando el hábito del reciclaje, mediante el conocimiento adecuado, porque es un producto altamente contaminante y tóxico”, explica Amauri.
Los litros de aceite recogidos se envían siempre a una empresa autorizada que los filtra y los envía a una fábrica de jabón de la ciudad. Junto con la recogida de aceite, se distribuyeron decenas de plantas en el marco del proyecto: “¿Querés aire limpio? Planta un árbol”, así como la instalación de 16 carteles que aconsejan a la gente no tirar la basura en lugares inapropiados. “Dios nos ha confiado la tarea de cultivar y cuidar su creación. Las acciones que llevamos a cabo pretenden hacer reflexionar a la comunidad”, añade el animador de Laudato si’.
Tecnoreciclaje
La comunidad de Apucarana también participa en la recogida anual de residuos electrónicos. Brasil ocupa el quinto lugar en el mundo y el primero en el escenario latinoamericano en cuanto a la producción de residuos electrónicos, según los datos del Global E-Waste Monitor, de las Naciones Unidas.
Con camiones, voluntarios de la Oficina de Pastoral del Medio Ambiente y empleados de la COCAP (Cooperativa de Recogida de Apucarana) recorren los barrios para recoger productos eléctricos que ya no funcionan, o no se utilizan: televisores, lavarropas, hornos y piezas de ordenador. Los equipos que contienen materiales como el plástico, el vidrio y el metal pueden reciclarse y deben eliminarse adecuadamente en empresas específicas para reducir el daño al medio ambiente.
El coordinador explica que los voluntarios han decidido trabajar “desde dentro hacia fuera, porque no tiene sentido querer salvar el mundo sin hacerlo en nuestra propia casa. Intentamos cambiar los hábitos, reciclar y también fomentar el uso de materiales para reducir los residuos domésticos. Es una gran armonía: hay que empezar desde dentro”.