El equipo merengue empató 2 a 2 en el partido de vuelta que disputó de local contra los rojos del Bayern Munich. En el duelo de ida había ganado 2 a 1.
Real Madrid alcanzó este martes su tercera final consecutiva en la Champions League, luego de resistir ante un aguerrido Bayern Munich, igualar 2-2 en el “Santiago Bernabéu” y ganar 4-3 en el global de una intensa semifinal.
El conjunto de Zinedine Zidane, vigente bicampeón, buscará hacer historia y conquistar su tercera copa el próximo 26 de mayo en Kiev, Ucrania, cuando enfrente al ganador de la otra semifinal, que jugarán Roma y Liverpool este miércoles.
Los germanos llegaron con bajas claves por lesión, como las de Arturo Vidal, Manuel Neuer, Arjen Robben y Jerome Boateng, y habiendo perdido por 2 a 1 en el partido de ida. No les quedaba otra que disputar un duelo con un estilo ofensivo para hacer frente a la ventaja del dueño de casa. Fue así como Joshua Kimmich abrió la cuenta y desató la alerta de los “merengues” en los compases iniciales del partido (3′). La respuesta del Madrid fue inmediata: adelantaron las líneas y a los 10 minutos decretaron el empate, con un frentazo de Karim Benzema tras asistencia de Marcelo desde la izquierda.
Con la paridad en el tablero, ambos elencos se turnaron en controlar la posesión, aunque el equipo muniqués mostró mayor agresividad ante el Madrid, que tuvo su meta segura gracias a una solvente actuación de Keylor Navas y la fuerte dupla defensiva de Sergio Ramos y Raphael Varane.
Luego del descanso, Bayern tuvo un comienzo de pesadilla. Corentin Tolisso, presionado en campo propio, se la pasó a Sven Ulreich y al portero se le escapó, permitiendo a Benzema anotar el segundo y callar las bocas de sus críticos (46′). Fue un balde de agua fría y al equipo alemán le tomó un par de minutos recuperar el dominio. Lo consiguió alcanzando el empate en el minuto 62, por intermedio de James Rodríguez.
Con la final al alcance, los pupilos de Jupp Heynckes se lanzaron con todo al ataque y asediaron el arco blanco, que fue salvado por las reacciones notables del portero costarricense quien aseguró el empate final.
Con este triunfo, los merengues jugarán su tercera final, algo que no ocurría desde la década de los 90, cuando Juventus disputó tres definiciones en 1996, 1997 y 1998. Además, es la cuarta final en cinco años, registro que no se conseguía desde la época del Ajax de Cruyff entre 1969 y 1973.