El barra brava de Boca, junto a otros seis “colegas”, no pudo ingresar a aquel país para ver al equipo que juega esta noche con Deportes Tolima por la Copa Libertadores.
“Rafael Di Zeo y los 6 barras que lo acompañan fueron inadmitidos por las autoridades de migraciones de Colombia. Vuelven en el primer vuelo para Argentina llegando a Ezeiza en horas de la mañana. Esto es fruto del trabajo de cooperación entre los países sudamericanos junto a Conmebol. Los violentos son violentos en cualquier estadio. No hay fronteras en la lucha contra ellos”, comunicó anoche Tribuna Segura Sudamérica, el programa que impulsa el Ministerio de Seguridad de la Nación.
Encapuchado y como si fuera un rock star, el barra brava Rafael Di Zeo retornó esta mañana a la Argentina luego que apareciera “una alerta roja”, según expresó él mismo, cuando intentó pasar migraciones en el aeropuerto de Bogotá.
“Llego allá y salta un alerta roja diciendo que no puedo entrar al país por un derecho de admisión, ¿cómo por un derecho de admisión que es una contravención va a dar un alerta roja que es para un terrorista? Estamos todos locos”, contó con indignación el hombre que en la Argentina tiene la prohibición de ingreso a los estadios debido a la acción de la Dirección Nacional de Seguridad en Espectáculos Futbolísticos (DNSEF), que renovó por cuatro años el derecho de admisión que pesa sobre él y otros 127 miembros de la Barra del “Xeneize”.
Di Zeo detalló que “las autoridades (de Colombia) estaban sorprendidas porque la verdad no podían creer lo que estaban haciendo en Argentina con esto. Llegás allá y te salta un alerta roja que es como si fueras un terrorista. Para ellos un alerta roja es algo grave. Cuando se dan cuenta que es por una contravención en Argentina se ríen del país”.
No obstante el malestar del barra brava, la ministro de Seguridad de la Argentina, Patricia Bullrich, explicó en Radio La Red: “Perseguimos a todas las personas que han generado violencia en el fútbol, que participaron de acciones muy violentas y generaron lo que está sucediendo ahora en el fútbol. Que vaya una sola hinchada, que tenga que ser custodiada por más de mil policías y que tengamos que usar un montón de recursos de la sociedad los días de partido por unas minorías que han ensangrentado el fútbol. No entraron ocho y los que están en camino tampoco van a entrar. No me importa que se llame Di Zeo o Juan Pérez, para mí es un barrabrava”, advirtió.