El cuartel de Bomberos Voluntarios de La Boca fue el primero del país. Surgió a fines del siglo XIX en un barrio de humildes y combustibles casas de madera, cuando los vecinos aprovecharon el descanso del domingo 2 de junio de 1884, para prevenir futuros y devastadores incendios, ya que la barriada se encontraba distante del casco céntrico de la ciudad.
Ante esta situación, Don Tomas Liberti, un inmigrante italiano, junto a un grupo de compatriotas, motivados por un incendio ocurrido en 1884, decidieron organizarse y lanzaron un manifiesto: «Concittadini! Una scintilla potrebbe sviluppare un vorace incendio da ridure in cenere le nostre case in legno. Abbiamo bisogno di una societá de Pompieri che nel momento del pericolo salvi i nostri beni e le nostre famiglie. A tale scopo vi invitiamo alla riunione che avrá luogo domenica p. v. alle ore 3 pom nell’ Ateneo Iris.
Concittadini! L’ idea iniziata da pochi ha bisogno di voi tutti e con il vostro valido appoggio avremo l’orgoglio di aver costituito un’ Associazione utile e filantropica.
Domenica, adunque, all’ Ateneo Iris; nessuno manchi all’appello».
“Ciudadanos: una chispa podría desarrollar un voraz incendio que reduciría a cenizas nuestras humildes viviendas de madera. Tenemos necesidad de una Sociedad de Bomberos, que en los momentos de peligro salven nuestros bienes y nuestras familias. Con tal motivo los invitamos a la reunión que tendrá lugar el domingo a las 3 de la tarde en el Ateneo Iris. El domingo entonces que nadie falte”.
Al finalizar la reunión aquel domingo, fue fundada la Sociedad Italiana de Bomberos Voluntarios de La Boca, primera entidad de su tipo en el país. En el primer edificio que cumpliría las funciones de cuartel se colocó un cartel que decía: “Volere e Potere” que significa “Querer es poder”.
Desde sus inicios, la tarea de los bomberos fue vital para la República de la Boca. Además de cumplir con sus funciones específicas, tuvieron nobles y notables actuaciones en las sucesivas inundaciones ocasionadas por su cercanía con un curso de agua algo más amable por aquel entonces: el Riachuelo.
Honor y larga vida a esta noble institución que lleva más de un siglo apagando incendios varios.
El valioso trabajo de los bomberos, inmortalizado hasta en los festivales.
En esta ocasión los celebra Carlitos Pueblo Rolán.
Fuentes: