En Francia se filmó en secreto la cría de vacas con un agujero realizado quirúrgicamente y mantenido abierto a la altura de su cuarto estómago.
Si quieren entender por qué razón las carnes europeas pueden ser competitivas con las carnes provenientes, por ejemplo, de Argentina o Uruguay, visiten un establo europeo donde los animales nunca salen al aire libre. Incluso los hay donde nunca entra la luz del sol, porque las modificaciones que sufre el animal viviendo en la oscuridad producen, supuestamente, una carne más tierna o animales deformes a los que se les practica el desarrollo de los cuartos traseros. El costo para practicar tales técnicas sobre los animales y dedicarles una atención permanente no es comparable con las 4 hectáreas de pradera que, en promedio, disfruta libremente una vaca argentina pudiendo elegir qué comer y pudiendo moverse a sus anchas. No por nada, se deben aplicar aranceles del 100% a las carnes sudamericanas para evitar que arrasen en el mercado.
Pero hay una alerta que llega de Francia de un grupo que defiende la vida de los animales y que denunció en el sector de la ganadería industrial la aplicación de métodos que atentan contra principios éticos.
La asociación animalista L214 publicó imágenes que impresionan de vacas con el llamado “ojo de buey”. De material plástico, este agujero, está quirúrgicamente insertado a un costado de su lomo. La práctica se conoce como ruminotomía y permite ingresar al cuarto estómago de las vacas. El video, que se ha convertido en viral en redes sociales, muestra a un grupo de vacas que son parte de un proyecto de investigación que busca optimizar y regular su alimentación. El video se filmó en secreto entre febrero y mayo de este año en la granja experimental de la empresa de alimentación animal Sanders, en el noroeste de Francia. Lamentablemente, esta no es la única granja que realiza estas prácticas. Existen laboratorios en países de Estados Unidos, Canadá y Suiza que también utilizan las cánulas en animales.
El debate ético sobre el aprovechamiento de la vida animal al servicio del ser humano y de su alimentación se está instalando cada vez más. Que sea posible explotar la ganadería, no puede implicar infligir a los animales sufrimientos innecesarios. Son prácticas que reciben cada vez más el rechazo de buena parte de la sociedad civil.
Sería bueno conocer la explicación de un veterinario especializado. Ya que lo he visto también en la facultad de veterinaria en río cuarto, Argentina y se tomaba con total normalidad aludiendo que el animal no sufre. Y que sirve para un mejor aprendizaje por parte del estudiantado.