Situaciones y percepciones que generan la falta de agua potable en Trelew.
No te voy a decir que esté contento con la falta de agua que venimos teniendo desde la santa semana. Pero, lejos de enfurecerme, me hizo ver la poca bola que solemos darle al vital elemento. Suele pasarnos algo similar cuando se corta la luz, pero no recuerdo una sequía cañera tan prolongada.
Me reconozco como un pescador de historias, y hay miles dando vueltas en el ambiente.
No te voy a hablar de los indignados, con razón o sin ella, pero te aseguro que hacer protestas en la puerta de las Cooperativas o amenazar a los integrantes del municipio, me parece amén de indignante, poco conducente.
He dado con gente, haciendo colas con bidones, para cargarlos allí en Fontana 50, pero no de Rawson, sino de Trelew. Allí se mide el verdadero pulso de la población. Como siempre, los que menos tienen, suelen ser más sabios: cargan el agua, la llevan a sus casas, y siguen para adelante. Res, non verba.
A pocas cuadras, miles de camionetas cargan tanques de agua, que cargaron en sus cajas, y circulan por los barrios, y la ofrecen, pero a diversos precios.
¿Será legal? No lo sé, pero la situación da para todo. Para emprendedores, para gente que no tiene un mango y busca ganárselo, y para los delincuentes de siempre. El tema es la actitud que uno asume frente a ellos. Pero eso es cosa de cada uno.
Como también son pícaros, y de esto pocos hablan, aquellos que instalan bombas para tomar mejor el agua de la cañería de red. Cuestión que está explícitamente prohibida, porque eso hace de estas personas unas veras chupópteras. No solo quitan la posibilidad de hacer que el agua fluya, sino que destrozan las cañerías. Y de eso no se habla.
Le pongo onda, me baño en perfume, siguiendo el precepto gubernamental, pero también me pregunto, si nuestra Argentina, será un país en serio…
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