Pollo, simple de preparar

El pollo es uno de los platos que normalmente no requiere de particular dificultad para su realización. Se cocina con bastante rapidez, sobre todo si es deshuesado y en trozos o si se trata de lomos. Frecuentemente puede salvarnos de un apuro.

Aquí dos platos con lomos de pechuga o de trocitos de pulpa y algún toque árabe.

Pollo y arroz suaves. Para cuatro personas, disponer de un lomo para cada una, o su equivalente en trozos (no menos de 600 gr). Pasar la carne por un poco de harina, para que, por la humedad, quede adherida a los diferentes costados.

En una sartén saltear suavemente dos puerros en una cucharada sopera de mantequilla, hasta que queden bien blanditos y luego agregar el pollo para que se vaya cocinando con fuego moderado. Añadir sal, pimienta y un poco de comino molido (la punta de una cucharita de té). Cuando la carne esté sellada, Añadir medio vaso de leche tibia (puede ser sin lactosa, para los que tienen inconvenientes) y dejar que la salsita que se forma adquiera más consistencia. Si hace falta, completar con más leche. Cuando la carne esté lista, apagar y agregar un buen puñado de perejil.

Mientras tanto habrá preparado un arroz blanco. Saltear en una ollita medio diente de ajo en tres cucharadas de aceite, cuando el ajo se comience a dorar, agregan una taza (más o menos 300 gr) de arroz y dejamos que tome sabor durante un par de minutos. Luego, añadir dos tazas de agua o de caldo de verdura (con cubito). Dejan que se cocine con un fuego muy bajo. Cuando el arroz esté listo, agregan un buen puñado de perejil y, como toque especial, varias cucharadas de yogur natural (sin azúcar) a gusto, lo suficiente para que el arroz sea apenas cremoso. En las fotos aparecen por separados, pero emplaten con los dos preparados.

Pollo al cous-cous. Primero el pollo. Para 600/700 gr de lomos o pollo en trocitos (4 personas), preparen las hojas bien lavadas de unos tres atados de espinacas y las pican groseramente. En una sartén (la más alta que tengan alta), saltean en dos cucharadas de mantequilla un diente de ajo picado, cuando comience a dorarse, agregarán una bandeja de hongos champiñones cortados en láminas y no bien comiencen a ablandarse las espinacas. Revuelvan todo y mantengan el fuego vivo mientras agregan la carne de pollo. Añaden sal y pimienta a gusto, y la punta de una cucharadita de nuez moscada. Cuando ya el pollo estará casi listo, se añade un caso de crema de leche (por esta vez, nos despreocupamos por las calorías). Ultimen la cocción, verificando que no falte sal, con fuego bien bajo y mientras tanto prepararemos el cous-cous.

Este último es un alimento típico del norte de África a base de sémola de trigo duro, casi infaltable en la cocina de los pases del Magreb. Hoy es posible conseguirlo instantáneo en varios supermercados. No es caro y es sustancioso. La preparación es muy simple. Casi no hace falta cocción.

Preparen dos cucharas de morrón picado (mejor si cada una de color diferente), dos cucharadas de tomate triturado, un buen puñado de perejil picado. En una ollita pondrán el sachet de cous-cous (normalmente es de 250 gr) con tres cucharadas de aceite (si de oliva, mejor) y mezclan con un tenedor. Luego, añaden las verduritas picadas y la sal que haga falta (también puede ser al final), y una taza abundante de agua hirviendo (mejor si es caldo de verdura). Mezclan bien todo (puede que haga falta un poco más de agua, así que ténganla a mano), tapen la olla y dejen que durante cinco minutos el compuesto tome sabor y el calor cocine el cous-cous. Sucesivamente verifiquen que el cous-cous esté listo. Si lo sienten crudo, pueden agregar un poco más de aguar (o caldo). Como sugerencia, pueden precalentar la ollita antes de colocar el cous-cous, lo que mejorará la preparación.

Mientras tanto, se habrá terminado de cocinar el pollo y emplaten, agregando ciboullette picada, de modo que los comensales puedan unir el cous-cous a la salsita mientras (espero) disfrutan de la comida.