El arzobispo de Buenos Aires, cardenal Mario Aurelio Poli, lamentó que el ministro de Cultura porteño, Enrique Avogadro, haya adherido con su presencia al “agravio al espíritu religioso” que significó que un grupo de personas, entre ellas el funcionario, degustaran “alegremente” una torta con la forma de Jesucristo yacente.
El purpurado expresó su malestar por este hecho agraviante en una carta dirigida al jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.
“Las imágenes que han circulado nos muestran que la torta que seccionaban trató de imitar la forma de un cuerpo humano muerto que podría ser de cualquier persona. Sin embargo, las heridas sangrantes coinciden con la tradicional representación del Cuerpo de Cristo yacente que es objeto de devoción y adoración por la mayoría de nuestro pueblo. La presencia del señor ministro de Cultura degustando alegremente el convite confirma su adhesión al acto”, sostuvo.
El primado argentino cuestionó que “aun la posterior excusa pública del Ministro de Cultura fundamentada en la defensa de la libertad de expresión artística –derecho que no objetamos–, no tuvo en cuenta el respeto a los hombres y mujeres que profesamos la fe de los cristianos, y que su libre ejercicio y expresión constituyen un derecho garantizado por la Constitución Nacional”.
“Consideramos que es un agravio al espíritu religioso y que no colabora ni a la pacificación anhelada de nuestra sociedad ni al debido respeto al ejercicio de las creencias que conviven pacíficamente en nuestra Patria. Este hecho nos duele profundamente y rechazamos con vehemencia, más aún teniendo en cuenta la especial piedad al Cuerpo de Cristo, cuya solemnidad la Iglesia Católica celebrará el próximo fin de semana”, recordó.
“Señor Jefe de Gobierno: elevo estas palabras haciéndome eco de muchísimas personas de variados sectores sociales, que en estas horas sienten vulnerados sus más caros sentimientos religiosos, y dejo a su ponderado juicio un justo y público manifiesto sobre nuestra demanda”, concluyó.
Texto de la carta
Señor Jefe de Gobierno
De la Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Dr. Horacio Rodríguez Larreta
Con mi cordial y fraterno deseo de mantener la paz en nuestra ciudad. Con sorpresa hemos observado por las redes al Ministro de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, Enrique Avogadro, compartiendo con otras personas lo que algunos llaman, una torta. El hecho podría haber pasado inadvertido si su significado y proyección no hubiese ido más allá de una obra artística.
Las imágenes que han circulado nos muestran que la torta que seccionaban trató de imitar la forma de un cuerpo humano muerto que podría ser de cualquier persona. Sin embargo, las heridas sangrantes coinciden con la tradicional representación del Cuerpo de Cristo yacente que es objeto de devoción y adoración por la mayoría de nuestro pueblo. La presencia del señor Ministro de Cultura degustando alegremente el convite confirma su adhesión al acto.
Aun la posterior excusa pública del Ministro de Cultura fundamentada en la defensa de la libertad de expresión artística –derecho que no objetamos–, no tuvo en cuenta el respeto a los hombres y mujeres que profesamos la fe de los cristianos, y que su libre ejercicio y expresión constituyen un derecho garantizado por la Constitución Nacional.
Consideramos que es un agravio al espíritu religioso y que no colabora ni a la pacificación anhelada de nuestra sociedad ni al debido respeto al ejercicio de las creencias que conviven pacíficamente en nuestra Patria. Este hecho nos duele profundamente y rechazamos con vehemencia, más aun teniendo en cuenta la especial piedad al Cuerpo de Cristo, cuya solemnidad la Iglesia Católica celebrará el próximo fin de semana.
Señor Jefe de Gobierno: elevo estas palabras haciéndome eco de muchísimas personas de variados sectores sociales, que en estas horas sienten vulnerados sus más caros sentimientos religiosos, y dejo a su ponderado juicio un justo y público manifiesto sobre nuestra demanda.
Cordialmente en el Señor Jesús.
Fuente: AICA
Es demasiado, no me quedan palabras para calificar el hecho, es una irreverencia que falta totalmente la sensibilidad religiosa de cualquier creyente. Cualquier mofa a lo simbólico de cualquier convicción es una irreverencia mal intencionada. No puede disimularse la intencionalidad del hecho que involucra a un funcionario público.
Ya son muchos los agravios a la sensiibilidad del pueblo crisitano por parte del ministeiro de cultura de la Ciudad de Buenos Aires. Ya no puede hablarse de “libertad de expresión” sino de “expresión deliberada” en contra de una fe y de los valores del colectivo cristiano. ¡LAMENTABLE!!! y excecrable. O sea, justifica la expulsión del Ministro de Cultura porteño, a menos que el Gobernador Larreta participe y avale dichas expresiones. En ese caso los ofendidos reveremos nuestro voto tanto en la ciudad como en la Provincia de Buenos Aires. ¡NO PUEDEN SER ESTOS NUESTROS REPRESENTANTES!!!