En términos generales, y en comparación con las actividades tradicionales de la provincia del Chubut, la minería ha sido una actividad “poco significativa”.
A partir de la década de 1970, la Comisión Nacional de Energía Atómica desarrolló y explotó el yacimiento de los Adobes en la cuenca del Arroyo Perdido y posteriormente fue construida una planta de producción de concentrado de uranio y de tratamiento de mineral en el valle del Río Chubut. Durante la década de 1990, la provincia del Chubut presentaba las características generales de la estructura sectorial a nivel país. Se caracterizaba por ser una provincia con una importante actividad vinculada a las rocas de aplicación y minerales no metalíferos, aunque contaba con una serie de explotaciones de importante envergadura (podría mencionarse el caso de Mina Angela, yacimiento de oro, plata, plomo y zinc explotada entre 1978 y 1992, que llegó a contar con una dotación de más de 400 empleados directos) y otros en proceso de evaluación/exploración, mientras la minería metalífera se encontraba escasamente desarrollada.
Un proyecto de esta naturaleza desembocaría en un importante conflicto social que marcó la actividad minera en la provincia del Chubut. Hacia 2003, la Meridian Gold avanzaba en el desarrollo del proyecto Esquel, para la explotación de una mina de oro y plata ubicada en cercanías de la ciudad. Luego de un importante conflicto social disparado por las amenazas ambientales que generaba el proyecto, la sociedad se expresó por el “No” en un referéndum popular, y el proyecto debió ser abandonado. Tras esta movilización social devino la promulgación de la Ley Provincial 5001 que prohíbe en la provincia la minería metalífera a cielo abierto, y la explotación con el uso de cianuro.
Vale la pena remarcar que los recursos metalíferos se encuentran en la zona cordillerana y también en la zona centro donde se detectó la presencia de oro, plata y plomo.
Queda bien claro que en Chubut, no hay licencia social para la actividad de minería metalífera a cielo abierto, ya que el pueblo masivamente rechaza esta actividad por considerar que acavará con su recurso más preciado, el agua. Además no le cree a un gobierno provincial debilitado por considerar que no ofrece garantías de control de procesos mineros que pueden resultar altamente contaminantes.
En una provincia viciada por el desmanejo y la agobiante deuda pública donde se paga con 4 meses de retraso al personal de salud y docentes, los chubutenses no respaldan al gobernador Arcioni.
Ultimamente Arcioni y los pocos diputados que lo siguen han realizado manifestaciones a favor de cambiar la ley provincial 5001, que prohibe la minería de metales en Chubut, sin ningún respaldo social
Se van a chorear todo ,migajas le van a dar a la gente y ni hablar de los políticos cometeros,no dejen que esto avance