Oxfam confirma la elevada desigualdad en el reparto de tierras

Oxfam confirma la elevada desigualdad en el reparto de tierras

Colombia encabeza loa países con más alta concentración de tierra, seguida por Perú, Chile y Paraguay. Apenas 32 personas acumulan la riqueza de 300 millones de latinoamericanos.

El reparto de la tierra confirma la gran desigualdad que existe en América Latina. Lo detalla el informe “Desterrados: tierra, poder y desigualdad en América Latina”, presentado por la organización humanitaria Oxfam en Bogotá.

Apenas 32 personas multimillonarias acumulan la riqueza equivalente a 300 millones de latinoamericanos más pobres. “Esta desigualdad económica está íntimamente relacionada con la posesión de la tierra, pues los activos no financieros representan un 64 por ciento de la riqueza total”, indica el informe.

Más de la mitad de la tierra productiva de la región está concentrada en el 1 por ciento de las explotaciones agropecuarias de mayor tamaño, agrega el estudio. “Esta concentración de tierra está fomentada por la alta dependencia en la explotación de recursos naturales por parte de unos cuantos grupos poderosos, que acumulan cada vez más riqueza gracias a políticas hechas a su medida”, dijo el director regional de América Latina y el Caribe de Oxfam, Simon Ticehurst.

Colombia es el país más desigual de la región, donde el 0,4 por ciento de las fincas más grandes concentran el 77,6 por ciento de la tierra. No será ocioso recordar que el conflicto armado interno estalló hace más de 50 años también a raíz de la injusta distribución de la tierra.

En la lista de la desigualdad, el segundo lugar lo ocupa Perú (77,3 por ciento), Chile (74,4 por ciento) y Paraguay (71,3 por ciento). Ticehurst aseguró a Efe que los datos varían por el tamaño promedio de las fincas más grandes entre Centroamérica, donde tienden a ser las propiedades más pequeñas, y Suramérica.

“El de mayores extensiones es Argentina pero sin embargo el porcentaje de la tierra no es tan grave como el resto de la región. El tamaño promedio de las explotaciones es de 22.000 hectáreas en el caso de Argentina, lo que es un extremo muy fuerte, mientras que en El Salvador es solo de 65 hectáreas”, precisó.

El informe también evidencia que las pequeñas fincas familiares, a pesar de ser el 80 % de todas las exportaciones en la región, ocupan menos del 13 por ciento de la tierra productiva. Millones de hogares campesinos con pequeñas parcelas conviven con megaplantaciones y las mujeres agricultoras son las más afectadas por esta desigualdad, pues las parcelas que trabajan son aún más pequeñas y de peor calidad que las de los hombres, agregó la información.

Para Oxfam afrontar la desigualdad supone encarar las diferencias abismales en el reparto de la tierra, que siguen provocando conflictos sociales y ambientales y una persecución cada vez mayor contra los defensores de las comunidades y el campesinado. La organización, además, considera que la cultura extractiva es causa de la alta desigualdad del reparto de la tierra, ya que este modelo en concesiones mineras y petroleras, ganadería extensiva, y monocultivos se ha apoderado de la región.

Oxfam solicita a los gobiernos para que cumplan los objetivos de Desarrollo Sostenible proyectados para 2030 entre los cuales se contempla una nueva redistribución de la tierra, impulsar un crecimiento económico equilibrado y diversificado, y limitar a la gran industria y las élites económicas para influir sobre el diseño e implementación de políticas públicas.

 

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