Han sido invitados por el presidente Nicolás Maduro. El Papa intensifica la acción de la Santa Sede y recuerda a los obispos venezolanos la necesidad de construir puentes de diálogo.
A pedido del Gobierno de Caracas, otros cinco países se unirán al proceso de diálogo que desde hace meses intenta sentar las bases para un acuerdo político que destrabe la grave crisis institucional que contrapone el chavismo, y el poder Ejecutivo, a la oposición, que controla el Legislativo.
Los países invitados son: El Salvador, Nicaragua, San Vicente y las Granadinas, República Dominicana y Uruguay, según confirmó la canciller Delcy Rodríguez a través de su cuenta oficial en Twitter. “Agradecemos a estos países hermanos de CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños) su buena disposición con Venezuela para preservar la paz en el marco del respeto a la soberanía”, indicó Rodríguez.
Agradecemos a estos países hermanos de CELAC su buena disposición con Venezuela para preservar la paz en el marco del respeto ala soberanía
— Delcy Rodríguez (@DrodriguezVen) 9 de mayo de 2017
El grupo de países se suma a la labor desplegada por los actuales mediadores del diálogo con la oposición, conformado por la Santa Sede, el ex jefe de gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero, y los ex presidentes Leonel Fernández, de República Dominicana, y Martín Torrijos, de Panamá, además de representantes de la Unasur.
El enfrentamiento sigue en las calles de los centros urbanos del país, en especial la capital, donde se realizan importantes manifestaciones, ahora motivadas por la convocatoria de una Asamblea Constituyente por parte del presidente Nicolás Maduro, en un intento de avanzar hacia una reforma constitucional. La oposición, en gran parte, puesto que en ella también hay divisiones y diferentes estrategias, ha rechazo la nueva iniciativa. Los choques callejeros han derivado en violencia y se cuentan hasta el momento 37 muertos. El sábado pasado, por Caracas desfiló una multitud de mujeres protestando por la falta de géneros de primera necesidad.
El papa Francisco ha vuelto a recordar a las partes la necesidad del diálogo. A los obispos de la Conferencia Episcopal venezolana, que han tomado posición del lado de la oposición, Francisco ha dirigido una carta en la que señala que “los graves problemas de Venezuela se pueden resolver si hay voluntad de construir puentes, de dialogar seriamente y cumplir con los acuerdos alcanzados. Los animo a seguir haciendo todo lo posible para hacer posible este difícil camino”.
Para el Pontífice está claro que la lógica de la contraposición radicalizada solo puede conducir a más violencia, al tiempo que no permite afrontar la grave crisis económica y social, además de la política e institucional. Para ello, es necesario mirar al bien del país y de todos los venezolanos, más allá de las ideologías.
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