Un tribunal de apelación denegó los recursos presentados por su defensa. El ex presidente lidera los sondeos en vista de las elecciones de octubre.
Lula podría ir preso. En el día de ayer un tribunal de apelación denegó los recursos presentados por la defensa del ex presidente contra una condena a más de 12 años de cárcel, comprometiendo sus chances tanto de volver al poder como de seguir en libertad.
La jurisprudencia brasileña autoriza a encarcelar a los acusados que hayan agotado las apelaciones en la segunda instancia, como ocurrió este lunes con Luiz Inácio Lula da Silva, de 72 años.
El Supremo Tribunal Federal (STF) le hizo saber la semana pasada que no sería detenido al menos hasta el 4 de abril, cuando reanude la discusión de un habeas corpus que podría permitirle mantener su libertad hasta que finalicen otras instancias judiciales superiores. Un camino que puede llevar años y que empieza con el Superior Tribunal de Justicia (STJ) y puede llevarlo de vuelta ante el propio STF.
Los abogados de Lula denunciaron una “condena ilegal” y no se mostraron satisfechos con las explicaciones dadas ayer lunes. A su entender “no se agotaron los recursos” de segunda instancia y señalaron que podrían cuestionar el fallo dentro del mismo tribunal, un recurso que rara vez suele ser admitido. Si esa condena quedara firme, Lula también estaría impedido de presentarse como candidato según la ley electoral brasileña, en momentos en que lidera los sondeos para las presidenciales de octubre.
Lula fue hallado culpable de recibir sobornos por unos 700.000 dólares de la constructora OAS, el valor de un departamento que se habrían en el balneario de Guarujá (San Pablo), a cambio de contratos en Petrobras. Esa sentencia fue confirmada en enero y la pena elevada a 12 años y un mes de cárcel por el Tribunal Regional Federal de Porto Alegre. El caso es parte del escándalo de sobornos revelado por la Operación Lava Jato.