En un mensaje por la II Jornada Mundial de los Abuelos, el obispo responsable del área episcopal dedicada a acompañar a los adultos mayores, monseñor Samuel Jofré, aseguró que “la vejez seguirá dando fruto”.
En el marco de la segunda Jornada Mundial de los Abuelos y los Mayores, instituida por el papa Francisco en 2021 y que se celebra el cuarto domingo de julio, cercanos a la memoria litúrgica de los santos Joaquín y Ana, monseñor Samuel Jofré, obispo de Villa María y responsable del Área de Adultos Mayores de la Comisión Episcopal para la Vida, Laicos y Familia (Cevilaf), compartió un mensaje por la fecha.
“Todos los años, el día 26 de julio, celebramos a los santos Joaquín y Ana, los padres de la santísima Virgen María y abuelos de Jesús; por eso felizmente el papa Francisco desde el año pasado ha instituido una jornada mundial de los abuelos y personas mayores que este 2022 celebraremos el domingo 24 de julio”, puntualizó.
El obispo destacó la importancia de esta segunda jornada al afirmar que “el número de personas mayores ha crecido notablemente y esto tiende a generar, a veces, una cultura del descarte que nosotros queremos contrarrestar”.
“Se piensa que el anciano ya no sirve y nosotros decimos junto al Papa que la vejez seguirá dando fruto; queremos animar al despertar del potencial inmenso que las personas mayores tienen hoy día para servir de distinto modo para con un trabajo productivo, sin descartar el trabajo a edad avanzada”, planteó.
“Esto no es lo principal, sino que lo principal es el aporte cualitativo que la persona mayor, la abuela, el abuelo, el anciano puede dar y por lo tanto decimos: la vejez seguirá dando frutos, no queremos el descarte ni la cancelación de los adultos mayores”, advirtió.
Monseñor Jofré señaló dos aspectos fundamentales: “ante toda la oración, el adulto mayor, la abuela, el abuelo, es una persona rica en tiempo y puede dedicar mucho a la oración que enriquece no solamente su vida sino en toda la comunidad; así es que nos resulta muy común escuchar en las familias ‘abuela reza porque esto que tengo un examen’; ‘abuela reza por esto que tengo que conseguir un trabajo’; ‘abuelo te pido que pidas por mí’.
“El segundo aspecto, también muy importante y útil, es el diálogo entre abuelos y nietos. El diálogo entre generaciones que afianza una preciosa alianza entre generaciones que el papa Francisco señala como una riqueza muy importante en la sociedad”, completó el obispo.
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