El Muslim Council of Britain ha condenado con firmeza los ataques de Londres y Manchester y ha lanzado una campaña de vigilancia en las mezquitas.
Las comunidades islámicas del Reino Unido han hablado con claridad. Los terroristas, han afirmado en conferencia de prensa, “no deben encontrar un lugar donde ocultarse. Es interés de todos nosotros detenerlos. Sabemos que muchas personas tienen antecedentes como delincuentes. A menudo, el camino hacia el extremismo pasa por fuera de la mezquita y al margen de la sociedad”. Ha sido ésta la respuesta del Muslim Council of Britain, la organización que representa a los islámicos del país y que al otro día del ataque en el London Bridge ha querido tomar posición contra los terroristas.
Citando las palabras de un experto, Harun Khan, secretario general de la organización ha subrayado que no se está ante la “radicalización del Islam, sino la islamización del radicalismo”, por ende el compromiso de las mezquitas debe ser máximo.
Consultada por la periodista Chiara Biagioni de AgenSir, Thala Ahmad, del Muslim Council of Britain ha manifestado que el sentimiento, luego de los ataques, es de enojo y de terror por el hecho de que alguien pueda cometer semejantes actos. “Y realizarlos en nombre de la fe está fuera de discusión, es injustificable, porque nada de mi fe puede de alguna manera justificar actos de terrorismo”.
Para la integrante de la entidad islámica “no podemos dejar de subrayar cómo los londinenses están viviendo este desafío: están diciendo a quienes están lanzando este mensaje, que nos quiere dividir, que no lo logrará, que Londres permanecerá unida porque son muchas más las cosas que nos unen que las que nos dividen”.
Interpelada acerca de la campaña de vigilancia de todas las mezquitas del país, Ahmad señaló que luego de los atentados en Manchester y Londres “tenemos que ser vigilantes y verificar que a nadie se le permita promover de manera alguna el odio, la violencia en nombre de nuestra fe… tenemos que denunciar todos los casos que no nos convencen”.
A menudo los terroristas tienen un pasado de delincuencia y se han radicalizado en las cárceles. ¿Cómo evitar que eso acontezca?
Nadie tiene una palabra mágica para responder a este interrogante… nadie sabe con exactitud lo que pasa en la mente de una persona que de ciudadano normal se transforma en terrorista. Pero también sabemos que la falta de educación, la ausencia de información y de conocimientos sobre el Islam pueden contribuir en el fenómeno. Brindar, por ejemplo, más asistencia a los padres de los chicos, reforzar nuestras mezquitas, capacitar a nuestros imanes con herramientas que les permitan relacionarse con los jóvenes y enfrentar el atractivo que puede ejercer sobre ellos el Isis. Pero también hace falta una política más inclusiva que sepa reconocer que los musulmanes son, como todos, parte del país. También es necesario prestar cada vez más atención al lenguaje, pues hay un desafío doble: por un lado, la islamofobia; por otro, la radicalización. Hace falta, por tanto, un diálogo abierto y franco. Todos debemos comprometernos y trabajar juntos en el mismo frente”.