Murió en un atentado la periodista maltesa Daphne Caruana Galizia. Estaba investigando en su país la pista local de los Panamá papers.
No sólo en México es un oficio peligroso ser periodista. Ayer murió asesinada la periodista de Malta Daphne Caruana Galizia. Su auto estalló cuando la profesional a las 15 intentó ponerlo en marcha. Con 53 años y mucha experiencia, Daphne estaba investigando la arista maltesa de los conocidos Panama-papers (su hijo es uno de los investigadores que ha revelado la trama internacional de este paraíso fiscal).
El propio gobierno de la pequeña isla del Mediterráneo había sido blanco de las investigaciones de la periodista, en particular la esposa del primer ministro Joseph Muscat, supuestamente involucrada en negocios poco claros. Los círculos del gobierno maltés estarían involucrados en el lavado de dinero sucio en la Unión Europea.
Muscat condenó el asesinato y dijo que, aunque la periodista era su enemiga, se investigará para dar con los responsables. Daphne había solicitado protección, pues se sentía amenazada. Habrá que ver si se podrá llegar a los autores y mandantes de esta muerte.
Servir la verdad implica seguir la propia conciencia, incluso afrontando el riesgo de la propia seguridad más allá de que se trate de algo quizás inalcanzable. Lo saben la larga lista de periodistas honrados que han dado la vida, desde la rusa Anna Politkovskaja, la italiana Ilaria Alpi, el argentino José Luis Cabezas, la docena de colegas mexicanos masacrados en estos años y ahora Daphne. Servidores de la verdad, verdaderos “mártires” de la información.
Un testimonio de compromiso personal y profesional que nos interpela a todos en la medida y calidad de nuestro compromiso como ciudadanos. Gracias Daphne !