El arzobispo coadjutor de San Juan de Cuyo citó al entonces cardenal Bergoglio, remarcando que el pedido no es sólo a los políticos sino a todos los ciudadanos.
El arzobispo coadjutor de San Juan de Cuyo, monseñor Jorge Eduardo Lozano, aseguró que “cuando el cardenal Jorge Bergoglio dijo hace unos años ‘hay que ponerse la Patria al hombro’ no pensaba solamente en los políticos, sino en todos los ciudadanos”. “A veces me da la sensación de que somos graduados universitarios en quejas, y casi analfabetos en compromiso para las soluciones”, advirtió.
Lozano consideró que, en vísperas de un nuevo aniversario de los acontecimientos patrios de mayo de 1810, es bueno volver a preguntarse “¿qué país queremos ser?”, “¿qué proyecto de nación deseamos construir?”.
En su columna semanal titulada “Hay frases que hacen historia”, el prelado aseguró que hoy como ayer “hace falta compromiso y participación”, porque “si queremos afianzar este grito libertario hace falta salir del propio egoísmo y comodidad”.
“La participación ciudadana no se restringe únicamente a votar cada dos años, por más que sea importante. Muy cerca de cada uno de nosotros hay espacios que reclaman participación”, recordó, y los enumeró: “La de padres en la escuela, la comisión de un club, los equipos de trabajo de la capilla o la parroquia, el comedor comunitario del barrio, la sociedad de fomento o unión vecinal. También los sindicatos, partidos políticos, organizaciones sociales”.
Tras reconocer que “es cierto que muchas personas ya tienen sobrecarga de tiempos por cuidar los nietos o algún familiar enfermo”, sostuvo que hay otros que “podrían disponer de algún tiempo para el servicio solidario”.
En ese sentido, monseñor Lozano aseguró que “cuando el cardenal Jorge Bergoglio dijo hace unos años ‘hay que ponerse la Patria al hombro’ no pensaba solamente en los políticos, sino en todos los ciudadanos”.
“A veces me da la sensación de que somos graduados universitarios en quejas, y casi analfabetos en compromiso para las soluciones”, advirtió.
“Al mundo en general, y a nosotros en particular, nos invade la ‘globalización de la indiferencia’. Pareciera que tenemos el corazón anestesiado y la conciencia recortada a unas pocas cosas de índole privado. Pasamos de largo ante los demás como si fueran montones de ropa inservible o bolsas de arena”, lamentó.
“No nos dejemos vencer por la apatía o la comodidad. Pongamos nuestra creatividad e inteligencia al servicio del bien común, de los pobres, de los que son tratados como sobrantes o descartables de la sociedad. A la fiesta de la vida estamos todos invitados, no dejemos a nadie afuera”, concluyó.
Por último, monseñor Lozano invitó a que en estas fiestas patrias se vuelva a cantar el Himno Nacional y hacerlo con emoción y pidió: “Animémonos a crecer también en solidaridad con los que más sufren”.
Fuente: AICA
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