Juventus regresó de Barcelona con tres goles y sin haber metido uno. Messi brilló firmando dos tantos y asistiendo el tercero. ¿Qué más?
Menos en la selección argentina, Lionel Messi sigue quebrando un récord tras otro. Ya quedan pocos. Dentro de poco comenzaremos a contabilizar los goles realizados con botines atados de una manera determinada o en base al color de la camiseta.
Esta vez le tocó al arquero de Juventus, el campeón de la liga italiana, Gianluigi Buffon, hasta ayer invicto ante el campeón rosarino. Sin embargo, el marciano lo madrugó dos veces con su gracia, precisión y agilidad. Juventus perdió por 3 a 0 en Barcelona el primer choque para la liga europea de campeones. Messi dio lo mejor de sí, y se evidenció la mejor manera de utilizarlo: como punta (junto con Suárez), bien abastecido por compañeros más retrasados.
En esa posición, sin volver demasiado, el astro mundial hizo lo que hace de maravilla, pica en diagonal, asiste, mete en el arco. Dos goles de su autoría, el tercero gracias a su asistencia, y la Vecchia Signora meditando que quizás este año no competirá para la deseada copa. Quien tiene oídos para entender que oiga.
