La reunión de coordinadores del bloque prevista para hoy en Montevideo, lejos de destrabar la crisis actual, la agudizará.
La idea es destrabar el actual impasse del Mercosur respecto de la presidencia pro tempore de Venezuela y por eso hoy habrá una nueva reunión, en Montevideo, de los coordinadores del bloque.
Sin embargo, parece más bien que se agudizará la crisis puesto que el objetivo de los representantes de Brasil, Argentina y Paraguay será el de utilizar el argumento jurídico de los incumplimientos de Venezuela, supuestos o no, a la normativa interna del bloque con la intención de desconocer su Presidencia.
Es muy posible que, además, Uruguay quede en el medio de una decisión incómoda, debido a que ya transmitió la presidencia en su momento, entendiendo que no había motivos suficientes para retrasarla o evitarla, como pretendían los otros países.
Para el canciller paraguayo, Eladio Loizaga, hoy se resolverá en Montevideo “la acefalía” del Mercosur y que el camino será resuelto por los coordinadores. La cancillería venezolana está al tanto de la situación y desconoció la convocatoria considerando que el acto es improcedente por ser “una usurpación de las atribuciones de la República Bolivariana de Venezuela en ejercicio de la Presidencia pro témpore”, en coherencia con los artículos 12 del Tratado de Asunción y 5 del Protocolo de Ouro Prieto. De este modo, se intentará invalidar cualquier decisión por considerar que éstas no se pueden adoptar en ausencia de uno de los estados parte y contradice el andamiaje jurídico del bloque.
Sin embargo, hubo una convocatoria formal, por lo que si Venezuela no concurre se podrán adoptar decisiones sobre los temas en que es puesta sobre aviso ya que la invitación especifica que “se ha verificado el no cumplimiento por parte de la República Bolivariana de Venezuela de lo acordado en el protocolo de adhesión al Mercosur, en cuanto a la adopción del acervo normativo vigente del Mercosur”.
La situación es riesgosa, porque forzar la mano con base a argumentos jurídicos que responden a diferentes “bibliotecas” no conduce a destrabar la crisis, sino a agudizarla. Paraguay, cabe recordarlo, sigue considerando ilegítima su exclusión temporaria del Mercosur, utilizada en 2012 para permitir el ingreso de Venezuela al que el país guaraní se oponía. Además, ¿cuál sería la reacción de Uruguay en caso de forzar las normas jurídicas?
Los actuales gobiernos de Paraguay, Argentina y Brasil han criticado –no sin razón– el excesivo grado de ideologismo que, en estos últimos años, ha marcado la política del Mercosur prácticamente inmovilizándolo. El problema es que están cometiendo el mismo error, desde una ideología de signo contrario. Ni en un caso ni en este se avanza en la integración. Y eso ocurre precisamente cuando es más necesario avanzar.