“Puedo decir con seguridad que, el Santo Padre tiene ganas de visitar la Argentina”, dijo monseñor Miroslaw Adamczyk.
“Con la colaboración y la ayuda de los argentinos, espero conocer a este amado país y comprender a esta noble nación”, manifestó a AICA el flamante nuncio apostólico en la Argentina, monseñor Miroslaw Adamczyk, que arribó al país el domingo 6 de septiembre.
Tras su nombramiento, el 22 de febrero de este año, monseñor Adamczyk permaneció en Panamá hasta el mes de junio. Después partió hacia Europa y allí tuvo que quedarse en virtud de la cancelación de vuelos en todo el mundo debido a la pandemia y ahora ya instalado en la sede de la Nunciatura, en el barrio porteño de Recoleta, deberá cumplir con los 14 días de cuarentena que indica el protocolo sanitario a las personas que llegan del exterior.
No obstante, el nuncio apostólico tuvo sus primeras impresiones a su llegada a la Argentina, país al que viene por primera vez, aunque confiesa tener noticias de él.
“Es la primera vez que vengo a este país”, expresó el nuncio que destacó tener experiencia de haber trabajado en el continente americano: “Estuve en Venezuela y en Panamá, donde fui representante pontificio hasta hace poco tiempo”, explicó.
Monseñor Adamczyk, polaco de 58 años, confiesa que sabe que “aquí hay una importante presencia de mis connacionales y sus descendientes. Este hecho me alegra mucho”, expresó.
Ser representante pontificio en el país natal del papa Francisco, significa para el nuevo nuncio apostólico “un privilegio, pero también una responsabilidad, porque el Santo Padre conoce muy bien su patria. Además, la Argentina es un gran país, con un extenso territorio y con muchas diócesis” comentó.
Respecto a alguna recomendación o consejo especial del Papa antes de su partida hacia nuestro país expresó: “El papa Francisco recibe a cada nuncio apostólico antes de su nueva misión, así pasó conmigo. Puedo decir que el Santo Padre me habló de la Argentina y de la Iglesia aquí presente con mucha ternura y amor. Él reza continuamente por su país, asegurando, con sus pensamientos y oraciones, su cercanía a la vida de todos los argentinos”.
Preguntado si podemos esperar los argentinos que durante su misión “nuestro” papa Francisco pueda venir a visitarnos, el flamante nuncio afirmó: “Puedo decir con seguridad que el Santo Padre tiene ganas de visitar la Argentina”.
Monseñor Adamczyk llega a nuestro país en medio de la pandemia del coronavirus que atraviesa el mundo y él tuvo que vivir en primera persona, como nuncio en países africanos, la dura lucha contra el ébola.
“Entre 2013 y 2017 fui nuncio en Liberia, Sierra Leona y Gambia. Los dos primeros países fueron azotados por una grave epidemia de ébola, una enfermedad altamente mortal”, recordó el prelado polaco. Pero esa situación -explicó- fue diferente, se trataba de una epidemia regional limitada a tres países: los dos ya mencionados y Guinea Conakry”.
“Los países africanos superaron su epidemia con ayuda internacional y también, gracias a la autodisciplina. El ébola difícilmente perdona, la tasa de mortalidad más baja es del 50%, por lo cual todos trataron de adaptarse a las medidas de seguridad”.
El nuevo nuncio en la Argentina contó que “en Monrovia (capital de Liberia) entendí una vez más qué significa ser “leproso” en los términos bíblicos. Un enfermo de ébola sufría mucho y arriesgaba la vida, pero al mismo tiempo, se sentía casi responsable por estar enfermo, por lo cual eran excluidos a causa del miedo de poder contagiar a los demás”.
Con referencia al coronavirus, monseñor Adamczyk comentó que “en este momento, tenemos una situación de “aislamiento” del mundo; vivimos en circunstancias antes nunca conocidas y nadie sabe exactamente cómo superar la crisis”, precisó, pero lejos de caer en el desánimo aconsejó tener “humildad y autodisciplina y la certeza de que todo esto también pasará. Después de la noche más oscura, subrayó, siempre viene la luz del día”.
El nuncio apostólico manifestó su deseo de aprovechar para “saludar muy cordialmente a todos los argentinos, deseándoles paz, bien, salud y la bendición del Señor y reiterarles que me siento muy honrado y privilegiado por haber sido nombrado el representante pontificio en el país del Papa”.
“El Santo Padre -expresó- me nombró el 22 de febrero, pero lamentablemente a causa de la pandemia, pude llegar recién ahora. La misma pandemia me impide tomar inmediatamente contacto con la Iglesia en la Argentina, pero mi deseo es visitarla cuanto antes y encontrarme con los argentinos personalmente”.
“Con la colaboración y la ayuda de todos, espero conocer y comprender a esta noble nación y siguiendo el ejemplo de nuestro querido Papa, pido a los argentinos su oración, mientras yo les aseguro la mía por la Argentina”.
Y concluyó deseando “que Dios bendiga a la Argentina y a todo su pueblo, con salud, prosperidad y paz”.
Fuente: AICA