Un general separado del cargo, otro enviado de vacaciones por nuevas revelaciones sobre corrupción y ejecuciones extrajudiciales.
Siguen los revuelos en el Ejército de Colombia, luego de que aparecieran revelaciones sobre irregularidades cometidas por los uniformados. Tres testigos aseguran que el comandante de la Cuarta brigada entregaba salvaconductos de armas a cambio de dinero. Otras acusaciones apuntan al actual segundo comandante del arma, por desvío de dinero. Finalmente, se denuncian presiones contra los oficiales que habrían filtrado información a los medios sobre ejecuciones extrajudiciales. En mayo The New York Times informó que había un documento interno, emitido por el actual jefe del Ejército, Nicacio Martínez.
Por este motivo, ha habido intervenciones de los altos mandos para separar del cargo a un general, enviar de vacaciones al segundo jefe del arma y pedir explicaciones a otro de los generales involucrados. Al mismo tiempo, más casos de corrupción han determinado la detención de 12 suboficiales por corrupción.
Por su fuera poco, desde Estados Unidos donde ha pedido asilo, el ex jefe del servicio de inteligencia de Venezuela, Cristopher Figuera, revela contactos y apoyos de oficiales del ejército con la guerrilla del ELN colombiano, a cambio de dinero.
El mes pasado hubo polémicas en el país por el ascenso concedido a Nicacio Martínez, pese a haber sido segundo jefe de una brigada responsable de cientos de ejecuciones extrajudiciales, conocidas en Colombia como “falsos positivos”, es decir, asesinatos de civiles presentados como enfrentamientos armados para “cumplir” con los resultados exigidos por las autoridades castrenses.