El Gobierno de Mariano Rajoy optó por aplicar el artículo de la Constitución que faculta destituir el Ejecutivo local y convocar a nuevas elecciones.
Este sábado la crisis entre el Gobierno de Madrid y el independentismo de Catalunya tomó un rumbo que hasta hace poco nadie se esperaba: el Ejecutivo de Mariano Rajoy ha decidido por la aplicación del artículo 155 de la Constitución que faculta la cesación en su cargo del presidente del Gobierno catalán (Generalitat), Carles Puigdemont y todo su gabinete. En el plazo de 180 días, además, se convocará a nuevas elecciones, con lo que se renovará el Parlamento de Catalunya. Esta semana, el Parlamento español deberá aprobar el mecanismo de aplicación del artículo 155 que propone Rajoy.
Es una intervención de la comunidad y los ministerios tomarán las riendas en aplicación de una norma que reacciona a lo que ha sido calificado como deslealtad para con la Constitución de España.
La duda es si los partidos independentistas aceptarán lo dispuesto y bajarán a una nueva contienda electoral.
Carles Puigdemont ha anunciado que se reunirá el Parlamento catalán y está siendo presionado por los partidos independentistas para que avance en declarar la independencia. El problema es la base ciudadana que debería estar respaldando a los independentistas, no hay elementos que aseguren ser respaldados por la mayoría ni la gran parte de los votantes, lo que podría estar restando legitimidad a una decisión de por sí ilegítima.
¿Habrá margen para un diálogo que, en realidad, nunca comenzó?
Es todo una torpeza, una torpeza sobre otra torpeza; para ser profesionales es bochornoso. Ser político para llegar a estos enredos; tal vez un tendero lo hubiera resuelto mejor. ¿Cual sera el desenlace? Es lo de menos, lo verdaderamente importante es las secuelas que quedarán por falta de cultura de diálogo.