En julio había sido absuelto de la acusación de haber intentado comprar el silencio de un denunciante. Pero, la semana pasada se ratificó en apelación otra de las condenas.
El ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva no era parte de una organización criminal dedicada a desviar fondos para su partido. Lo ha establecido un juez federal de Brasil, quien ha absuelto al ex presidente de la acusación formulada en 2017 por el entonces Fiscal General poco antes de concluir su mandato. La acusación no fue respaldada por sus sucesores, por lo que es de estimar que el fallo de absolución no será apelado. “La denuncia – de haberse organizado con la ex presidente Dilma Rousseff y con dirigentes de su partido para desviar más de 350 millones de dólares- no cuenta con los elementos demostrativos del delito de asociación para delinquir ni permite concluir, ni siquiera en tesis, que existía una asociación de cuatro o más personas estructuralmente ordenada, con división de tareas, alguna forma de jerarquía o estabilidad”, según la sentencia.
De los 10 procesos abiertos contra el ex presidente, junto con el caso mencionado, cayó también el que lo acusaba de haber obstruido la Justicia intentando comprar el silencio de un ejecutivo de la estatal Petrobras para que no lo denunciara por desvío de fondos. Lula ha sido beneficiado hace dos semanas por el Supremo Tribunal Federal con la libertad provisoria, debido a que no se han agotado todas las instancias ante la condena definitiva a 8 años de reclusión por corrupción. Por otra parte, la semana pasada una corte de apelación no solo ratificó una condena por lavado de dinero y corrupción, también elevó la pena aplicada de 12 a 17 años de cárcel. Para su defensor, las dos absoluciones demuestran el intento de orquestar una persecución política contra el ex presidente Lula.