Aunque por un escaso margen, habrá alternancia en el gobierno. El presidente electo lidera una coalición de los dos partidos tradicionales más otras agrupaciones de derecha.
Con una diferencia mínima, 48,7% sobre el 47,5%, el conteo de los votos “observados”, es decir, los que fueron emitidos fuera del proprio circuito electoral, confirmó que Luis Lacalle Pou, de 46 años, es el nuevo presidente de Uruguay. Su victoria ratifica la alternancia en el gobierno entre la centroizquierda representada por la coalición del Frente Amplio, luego de 15 años de gestión, y la coalición de centro derecha conformada por dos partidos tradicionales, el Nacional, del presidente electo, y el Colorado, y agrupaciones más recientes como Cabildo Abierto, de derecha, Partido Independiente y Partido de la Gente.
Luis Lacalle Pou es hijo de Luis Alberto Lacalle de Herrera, quien fuera presidente de Uruguay (1990-1995) y es bisnieto de otro presidente, Luis Alberto de Herrera, caudillo histórico del Partido Nacional. Fue diputado a los 27 años y, luego senador. Asumirá en marzo de 2020 y su gobierno tendrá una mayoría en el Congreso. Los dos partidos tradicionales han tenido que superar históricas rivalidades para conformar una coalición que le arrebatara el predominio al Frente Amplio luego de tres gobiernos consecutivos. Quizás por ello, Lacalle Pou apunta a que se apruebe en los primeros meses de su mandato un paquete de proyectos claves para su programa de gestión. El gabinete reflejará la conformación partidaria de la coalición ganadora.
Si bien Uruguay no pasa por un momento de crisis, se registra cierto estancamiento económico, un repunte del desempleo, al tiempo que preocupa el endeudamiento público que ronda el 60% de su producto bruto.
