Iván Duque, uribista, sigue liderando la intención de voto. Gustavo Petro achica distancias, pero los sondeos no logran decirlo todo.
Cuando falta menos de un mes para las elecciones en Colombia, si bien el candidato conservador del uribismo, Iván Duque, sigue liderando las intenciones de voto entre los que compiten para la presidencia, su adversario Gustavo Petro avanza por la izquierda. La distancia entre los dos se ha reducido a 9 puntos, y hace más reñidas las elecciones en un país donde una ventaja de este tipo entra dentro del margen de error histórico en los sondeos realizados.
Se puede hablar por tanto de incertidumbre en el resultado final. En marzo Duque registraba una intención de voto entorno al 45% en los sondeos. Las encuestas más recientes lo ubican por debajo del 40%, por lo que hay quien considera poco probable un triunfo en primera vuelta. Por su parte, Petro se sitúa en torno al 29% y mantiene una ventaja sobre Fajardo, que ronda el 13% y Vargas Llera, con algo más del 8%. Queda distanciado Humberto De la Calle, negociador de la paz con las FARC, que apenas supera el 3%.
Hubo polémicas en el país precisamente respecto de la efectividad de las encuestas que, según consideran varios expertos, no consiguen medir la estructura con la que los partidos obtienen el voto para sus candidatos, la que en Colombia es conocida como “maquinaria” y que con frecuencia es una praxis de atracción de voto clientelista que, en el espacio de poco tiempo, pueden desplazar una cantidad sensible de votantes de un candidato a otro.
Para algunos analistas, esto explicaría cómo Germán Vargas Lleras, líder de Cambio Radical y vicepresidente de Juan Manuel Santos, podría tener chances incluso de alcanzar el segundo puesto en primera vuelta alcanzando el balotaje en lugar de Petro, pese a que los sondeos actuales lo ubican en tercer lugar y con apenas un 8% de votos. Las encuestas que consideran el factor “maquinaria”, en efecto, dan otros números.
Tampoco han faltado acusaciones respecto de la transparencia de los sondeos, en especial cuando no revelan detalladamente los parámetros de partida y cómo han efectuado los cálculos.