La comunidad Ma’u Henua irá progresivamente asumiendo el cuidado y la mantención de los importantes restos arqueológicos en el Parque Nacional Rapa Nui, en la Isla de Pascua.
Tras firmar un acuerdo con la Corporación Nacional Forestal de la Isla de Pascua, desde la semana pasada la comunidad indígena Ma’u Henua se está haciendo cargo de co-administrar por un año el área protegida del Parque Nacional Rapa Nui. “Para nosotros esto es algo nuevo, algo histórico porque vamos a administrar nuestra herencia ancestral que son nuestros más de 25 mil vestigios arqueológicos que existen en la isla que todos estos años han estado en estado de abandono y deterioro continuo”, afirmó al diario La Terecera Camilo Rapu, presidente de Ma’u Henua.
El parque ocupa aproximadamente el 40 por ciento de los poco más de 163 km2 que constituyen la superficie de la Isla de Pascua, aunque los restos arqueológicos se distribuyen a lo largo de todo el territorio insular. La isla se sitúa a 3.700 km de distancia del territorio nacional y es habitada por algo más de 5.700 personas.
Con 65 mil turistas al año, el territorio se ubica entre los más visitados de Chile gracias al aeropuerto que mantiene la conexión con el continente, además del abastecimiento por mar. La contracara de la actividad turística es el deterioro que sufren los restos arqueológico por efecto de la acción de los turistas, junto a la permanencia a la intemperie y el paso de vacas y caballos.
La inédita decisión de una coadministración entre la Corporación Nacional Forestal (CONAF) y la etnia Ma’u Henua permite que la comunidad comparta la administración de uso público del parque, haciéndose cargo de las tareas vinculadas al acceso y manejo de la visitación de las áreas de uso público, mientras que la CONAF cuidará de la biodiversidad del lugar y el control de incendios, entre otras funciones.
El proyecto de acción contempla pasar de los actual cinco sitios de visitación habilitados a 25 sitios arqueológicos con presencia de personal que atienda al visitante sin afectar la conservación del patrimonio histórico. El traspaso de competencia es paulatino y la comunidad indígena aspira a la administración total del parque.
Las entradas al parque pueden ser reinvertidas en la mantención y la conservación de esta riqueza arqueológica que atrae y fascina a los turistas que visitan este lugar único al mundo.