La alta temperatura del mar provoca la proliferación de microalgas productoras de toxinas. Los pescadores cortan rutas en Chiloé.
Un efecto del cambio climático se ha transformado en un conflicto social en el archipiélago de Chiloé, en el sur de Chile.
La contaminación provocada por la llamada “marea roja” se ha abatido sobre pescadores y recolectores de mariscos que, ante la lenta reacción del Gobierno, han procedido a cortar las rutas de comunicación de la isla mayor, Chiloé, con el continente.
La proliferación del tipo de alga marea roja ha sido señalada por la comunidad científica como un efecto directo del incremento de la temperatura de los mares. En un primer momento, las algas han provocado la muerte de miles de toneladas de salmones. Luego, se han detectados peligrosos niveles de una toxina dañina para el ser humano en los mariscos.
El Ejecutivo propuso el pago de un bono especial (unos 1.120 dólares), pero el problema es más profundo para trabajadores que sólo viven de los recursos marinos. Los pescadores y demás trabajadores del mar reclaman un acuerdo más amplio y no sólo la entrega de dinero ante la catástrofe medioambiental.
El bloqueo de las rutas ha provocado un desabastecimiento de mercadería que está afectando a toda la población del archipiélago. Los manifestantes, en las últimas horas, dejaron pasar algunos camiones para paliar la escasez de productos en los comercios.
La presidenta Michelle Bachelet, quien realiza una visita oficial por Europa, hizo un llamamiento a resolver el conflicto en “modo pacífico”. Por su parte, los propios alcaldes de la región señalan que la tardía reacción del Gobierno en tomar decisiones y la mala gestión del caso han agudizado el conflicto.
Las protestas se iniciaron la semana pasada, cuando el Ejecutivo vetó la extracción de mariscos debido a las altas concentraciones de toxinas paralizantes detectadas en los invertebrados. El comercio de mariscos es la principal actividad de la zona.
La marea roja es un fenómeno por el cual se verifica el florecimiento de una excesiva proliferación de microalgas con elevadas concentraciones de toxinas. Los pescadores sostienen que se debe al vertido de 4.000 toneladas de salmones muertos frente a las costas de Chiloé. Si bien la moría de salmones también estaría relacionada con la marea roja, por las redes sociales se comenta que la intensiva cría de este pez en la zona es responsable de un elevado nivel de contaminación. Chile es el segundo exportador mundial de salmón.
Organizaciones ambientalistas como Greenpeace reconocen, sin embargo, que es “muy difícil determinar” si existe una vinculación entre la descomposición de los peces y la concentración de microalgas. Pese a todo, Greenpeace exigió al Ejecutivo más y más transparente información acerca de la real situación de las costas de Chiloé.
