El Papa Francisco habló a los delegados del Encuentro Internacional por la paz que reúne en Roma a los líderes de los credos mayoritarios.
“En la construcción de la paz, las religiones, con sus recursos espirituales y morales, tienen un papel particular e insustituible. No pueden tener una actitud neutra ni, mucho menos, ambigua respecto a la paz”, sostuvo el Papa en su discurso ante 80 delegados del Congreso Mundial de Religiones por la Paz que se lleva a cabo en Roma.
Líderes religiosos de todos los credos mayoritarios del mundo se han dado cita en la capital italiana para celebrar el XXVII Encuentro Internacional por la Paz, un congreso promovido por la Comunidad de Sant’Egidio cuyo objetivo es promover valores pacifistas en el mundo con la ayuda de la espiritualidad. El encuentro quiere dar continuidad a ese primer evento interreligioso internacional convocado en octubre de 1986 por el Papa Juan Pablo II en Asís.
La delegación participó ayer de la audiencia semanal en la sala Pablo VI en la que el Papa Bergoglio dedicó varios párrafos de su intervención al evento que se realiza hoy. Entre otras cosas, el Papa afirmó que “la paz es una tarea urgente también en el mundo de hoy, en el que tanta población ha sido golpeada por la guerra y la violencia. La paz es, al mismo tiempo, un don divino y una conquista humana. Por ello, los creyentes de cada religión están llamados a invocarla y a interceder por ella”.
Para Bergoglio “todos los hombres de buena voluntad, especialmente los que desempeñan cargos de responsabilidad, están llamados a trabajar por esa paz, con el corazón, con la mente y con las manos, para que la paz se construya de forma artesanal. En este trabajo, paz y justicia se construyen juntas”.
Respecto de la pretensión de justificar en nombre de Dios la violencia, el Papa fue muy claro: “Quien comente violencia o la justifica en nombre de la religión, ofende gravemente a Dios, que es paz y fuente de paz, y que ha dejado en el ser humano un reflejo de su sabiduría, potencia y belleza”.
Francisco, habló también del desafío del cuidado del medio ambiente desde la perspectiva de la colaboración interreligiosa. “Entre las religiones es necesario un esfuerzo común de colaboración también para promover la ecología integral”, dijo. “La Biblia –explicó– nos ayuda en esto llevándonos hacia la mirada del Creador, la cual ve todo aquello que había hecho y vio que era muy bueno”, señaló recordando el libro del Génesis y siguió en su planteo: “Las religiones disponen de recursos para promover juntas una alianza moral que impulse el respeto de la dignidad humana y el cuidado de lo creado”. El Papa se mostró optimista al respecto destacando que “gracias a Dios, tenemos muchos buenos ejemplo en varias partes del mundo de la fuerza de la cooperación interreligiosa para oponerse a los conflictos violentos, para establecer un desarrollo sostenible y proteger la tierra… Continuemos en ese camino”, concluyó.