
Se oficializó la salida de Carlos Tevez de Boca para ir a jugar al Shanghai Shenhua de China, a cambio de un contrato millonario.
Lo que sucede hoy con el fútbol chino recuerda lo ocurrido casi 25 años atrás, cuando nació la Liga Profesional de Fútbol de Japón. El 15 de mayo de 1993 fue una fecha histórica para este deporte en tierras niponas. A partir de entonces, grandes cantidades de dinero comenzaron a seducir a importantes estrellas del fútbol para generar atracción en un público que estaba muy lejos del amor por la pelota, más allá que tuviese el privilegio de disfrutar las finales de la antigua Copa Intercontinental.
Así los estadios japoneses empezaron a llenarse de fanáticos semana tras semanas, para deleitarse con nombres como el de los brasileños Dunga, Zinho, Leonardo, el italiano “Toto” Schillaci, y los argentinos Alberto Acosta, Hugo Maradona, Pedro Troglio, Gustavo Zapata, David Bisconti, entre otros. Algunos de calidad, pero fundamentalmente con apellidos que entonces podían “traccionar” y ser un “anzuelo” para el público japonés.
Hoy ese negocio con proyección a futuro se ha mudado a China. El poderío económico del gigante asiático está invirtiendo fortunas que terminan siendo difíciles de rechazar para los profesionales de la pelota. Más incluso que los Estados Unidos, que desde hace unos años también apuesta a algunas figuras para potenciar la Major League Soccer.
Sin dudas el caso de Carlos Tevez es el que más conmueve. Por el dinero en cuestión, pero fundamentalmente por el renombre del jugador. El ídolo de Boca, sin grandes aspiraciones deportivas de su equipo para 2017 y, según él, “porque se hace muy difícil vivir sin poder salir a calle”, vio tentadora la propuesta del Shanghai Shenhua de China, quien le estaría ofreciendo un contrato anual de 42 millones de dólares al año, 10 veces más de lo que le pagaba Boca.
En aquel fútbol también está, por ejemplo, Ezequiel Lavezzi, quien juega en el Hebei China Fortune y percibe un sueldo de 15 millones de dólares anuales. Y así tantos otros cracks del fútbol mundial, que de a poco van poblando la liga del gigante asiático, desde donde siempre nace el rumor que algún día contarán también con Lionel Messi.
Tevez formaba parte de aquellos jugadores que habían decidido volver gracias al peso de su amor por los colores, como muchos otros que han vuelto en plenitud para devovler a su club las últimas cuotas de talento. Pero esta vez el peso del dinero, las pocas aspiraciones deportivas a nivel local, la inseguridad callejera y la gran desorganización del fútbol argentino inclinaron la balanza hacia la otra parte del mundo.
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