Un plato conocido y apreciado en todo el mundo, con infinidad de variantes, pero que nació en la ciudad de Nápoles.
“Felicitaciones Italia, el arte del pizzero napolitano acaba de entrar en la lista de los patrimonios culturales intangibles de la humanidad”. El mensaje ha motivados festejos en Nápoles y en todo el país por el reconocimiento concedido por la UNESCO, la organización cultural, científica y para la educación de las Naciones Unidas, a un plato que se ha difundido, desde la ciudad mediterránea, por todo el mundo.
En la declaración se lee: “Para UNESCO las competencias vinculadas con la producción de la pizza, que incluye gestos, canciones, expresiones visuales, jerga local, capacidad de manejo de la masa de la pizza, exhibirse y compartir son un indiscutible patrimonio cultural”.