El senador perdió por escaso margen las elecciones de 2014. Es acusado de corrupción y de haber obstruido la justicia.
La Justicia de Brasil avanzó en la superación de una grave incongruencia en su sistema: un ex presidente, Inácio Lula da Silva, condenado y preso sin pruebas suficientes, mientras que otras figuras de relieve, como Aecio Neves, seguían sin ni siquiera ser procesados. Ayer el Supremo Tribunal Federal (STF) aceptó la denuncia por corrupción en contra del senador Neves, quien disputó las elecciones presidenciales en 2014 y fue derrotado por un reducido margen por la expresidenta Dilma Rousseff.
Neves fue juzgado por la primera sala del STF y los cinco jueces que la componen votaron a favor de aceptar la acusación en su contra. Cuatro de los cinco magistrados también decidieron procesarlo por el delito de obstrucción de la justicia.
La Procuraduría General brasileña acusa a Neves de haber recibido dos millones de reales (unos 580.000 dólares) en sobornos del empresario Joesley Batista, dueño del imperio cárnico JBS. Batista grabó un encuentro que tuvo con Neves en el que el político le pide dinero para defenderse de las acusaciones de corrupción, entregando sumas a diferentes contactos suyos. Batista entregó la grabación a las autoridades como parte de un acuerdo de colaboración. La policía también grabó a un directivo del grupo empresarial de Batista entregándole dinero a un primo de Neves.
Sin embargo, el senador afirma que fue blanco de una trampa y sus abogados argumentan que las evidencias en contra del político fueron obtenidas de manera ilegal.
Aécio Neves, quien ya fue el principal líder de la oposición al Partido de los Trabajadores de los expresidentes Lula y Rousseff, se enfrenta a otras ocho investigaciones por corrupción. El senador es miembro de una de las más tradicionales familias de políticos de Brasil. Su abuelo, Tancredo Neves, fue elegido por los parlamentarios el primer presidente después del fin de la dictadura militar (1964-85), pero falleció pocos días antes de inaugurar su mandato.
Como senador del PSDB (de centroderecha), Neves había sido suspendido de sus funciones en el Senado durante 46 días el año pasado por una decisión provisional del STF. Sin embargo, la suspensión no fue avalada por sus colegas legisladores, que lo mantuvieron en su puesto.
La instrucción del caso contra Neves es también una presión sobre el ex gobernador de São Paulo, Geraldo Alckmin, también del PSDB y uno de los aspirantes a presidente en las elecciones de octubre. Pese a que sea el representante de uno los principales partidos políticos del país, hasta el momento Alckmin no ha logrado despegar en las encuestas de opinión –en el último sondeo del instituto Datafolha el exgobernador no alcanza superar el 8% de las intenciones de voto.
¿qué justicia?.El partido judicial de Brasil plutócrata