Fernando Albán había sido detenido por el servicio de inteligencia y se sostiene que se arrojó desde una ventana. La oposición asegura que ha sido asesinado.
La muerte del concejal Fernando Albán, arrestado la semana pasada por su presunta vinculación con el atentado contra el presidente Nicolás Maduro en agosto, mientras estaba bajo custodia del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN) está suscitado las protestas y la indignación internacional.
El Alto Comisionado de Derechos Humanos de Naciones Unidos ha anunciado que investigará el caso como parte del informe que prepara sobre la violación de derechos humanos en Venezuela. “Fernando Albán se encontraba detenido por el Estado. El Estado tenía la obligación de garantizar su seguridad, su integridad personal. Nosotros pedimos una investigación transparente para clarificar las circunstancias de su muerte, ya que existen informes contradictorios sobre lo ocurrido”, ha dicho Ravina Sahmadasani, vocera del Alto Comisionado que sigue en espera del permiso para ingresar a Venezuela que el Gobierno de Maduro todavía no ha autorizado. Tanto la oposición venezolana como desde la Unión Europea y desde países como Estados Unidos, Reino Unido, España, Francia, Argentina, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Paraguay y Perú se exige investigar en modo imparcial lo ocurrido. La Iglesia católica de Venezuela también exigió que se haga justicia. En un comunicado emitido por los obispos del país, se lee que “para nadie es un secreto las opciones de vida del señor concejal Albán, sus profundas convicciones religiosas, su coherencia con los valores de la fe que ratifican la opción por la vida y no por la muerte, su compromiso con los más pobres en las parroquias a las que servía… Estamos en el derecho de reclamar justicia y de que se aclaren los hechos de esta muerte que enluta a una noble familia y a Venezuela entera. Hechos tan lamentables como este y como otros tantos donde se derrama la sangre de venezolanos terminan por minar la confianza del pueblo en su anhelo de esperanza, ya que es una nueva expresión de indefensión ante un régimen excluyente”.
Albán fue detenido sin orden judicial el viernes cuando llegaba al aeropuerto de Maiquetía, procedente de Nueva York y hasta el lunes al mediodía no había sido presentado ante un tribunal. El ministro de Interior venezolano afirma que el arrestado se arrojó de una ventana y la caída causó la muerte. Una versión similar a la que sostiene el fiscal asignado al caso.
La oposición sostiene que hubo homicidio y que fuentes internas de la SEBIN aseguran que durante las torturas el Albán falleció. No se conocen los resultados de la autopsia sobre el cadáver del fallecido, ya entregado a la familia. En el expediente sobre el ataque contra Maduro no había aparecido el nombre de Albán antes y la orden de captura del concejal fue emitida apenas un día antes de su detención, sostuvo su abogado defensor.
Albán había denunciado en la reciente Asamblea General de la ONU la crisis que vive el país. Fue detenido al regresar de ese viaje, en el que aprovechó para ver a su esposa y sus hijos que viven en Estados Unidos. En el último año había formado parte del lobby que trata de que se impongan sanciones internacionales contra el régimen de Maduro impulsado por el opositor exiliado Julio Borges.