Hoy la Cámara de Diputados, que en su momento presidió este legislador, podría destituirlo por haber mentido a sus pares respecto de las millonarias cuentas que se le encontraron en Suiza.
Todo indica que están contadas las horas como legislador del ex presidente de Diputados de Brasil, Eduardo Cunha. Una gran mayoría de sus pares, 298 sobre 513, ya anunció que votaría a favor de la destitución del impulsor del proceso de impeachment que a fines de agosto interrumpió el mandato de Dilma Rousseff como presidenta de Brasil. Sería el epílogo de un triste caso de corrupción y venganza del sistema político brasileño. Cunha activó el proceso de impeachment contra Rousseff cuando supo que el Consejo de Ética votaría por su destitución, luego de que diera públicas e inconsistentes explicaciones acerca de cuentas por cinco millones de dólares depositadas en Suiza a su nombre o a nombre de familiares.
Por ello, en la tarde de este lunes Cunha será juzgado por la Cámara Baja por haber mentido a sus colegas. Para que la votación se lleve a cabo será necesaria la presencia de al menos 420 legisladores, y para su destitución es suficiente la mayoría simple de 257 votos. Hasta el momento, una treintena de diputados han anunciado su ausencia, apenas 4 manifestaron su apoyo a Cunha, de acuerdo a sondeos realizados por medios de prensa, mientras que 183 no dieron indicaciones de voto.
Cunha intenta retener la banca de diputado, luego de verse obligado a renunciar como presidente del órgano, no sólo por el escándalo de las cuentas en el exterior, pues la justicia ya tiene presentado un pedido de detención en su contra en el marco de las investigaciones por el escándalo Petrobras. Varios empresarios interrogados por el Congreso ya confesaron y presentaron pruebas del depósito de sumas de dinero en el exterior en su beneficio. En uno de los casos, Cunha habría solicitado sobornos por 40 millones de dólares, para facilitar un contrato para la construcción de dos barcos contratados por Petrobras. Siempre vinculados a la red de corrupción tendida en torno a esta empresa estatal, Cunha responde en otros tres procesos ante el Supremo Tribunal Federal.