La decisión ha sido tomada por el presidente Donald Trump, luego de haber pactado con Rusia un cese del fuego en la zona sur-occidental siria.
El presidente Donald Trump ha decidido poner fin al programa de apoyo de la CIA a los rebeldes, supuestamente moderados, en Siria que combaten contra el gobierno de Bashar al-Assad. Lo señala el Washington Post recordando el escaso impacto de este programa, en especial luego de que Rusia comenzara un apoyo militar sustancioso, con la presencia de sus fuerzas aéreas aliadas por las tropas de Damasco.
El programa de estos años ha brindado en forma directa recursos financieros, soporte logístico, entrenamiento y armas, incluidos los misiles antitanque TOW a los rebeldes moderados, aunque en realidad en muchos casos esa ayuda ha beneficiado incluso a grupos radicalizados como Al Nusra (Al Qaeda) y el propio Isis. Por caminos menos visibles, los Estados Unidos han apoyado un tráfico de armas que ha incluido las de fabricación búlgara y ucranianas, a través de fondos provenientes de las monarquías del Golfo involucradas en el conflicto sirio y con el apoyo de varios otros países que se han prestado para la logística de estos operativos.
Trump habría tomado la decisión hace un mes, luego de un encuentro con el jefe de la CIA, Mike Pompeo, y su consejero para la seguridad nacional, el general H. R. McMaster, refiere el Washington Post.
No ha habido comentarios por parte de la Casa Blanca y de la CIA acerca de lo publicado por el diario capitalino. Pero los periodistas consideran que la decisión es parte del interés de Trump por cooperar con Rusia, así como el reconocimiento de una influencia limitada de los Estados Unidos en el conflicto sirio, que parece acercarse a su fin con una victoria de Assad y sus aliados rusos e iraníes.
La decisión se añade al cese del fuego en el sur-oeste de Siria, que Moscú y Washington han pactado y que cubre parte de la zona donde operan algunas de las formaciones rebeldes apoyadas por Washington.
El 21 de julio, el general Tony Thomas, al mando de las fuerzas especiales estadounidenses, confirmó la interrupción del programa de la CIA, aclarando que no se ha tratado de una concesión al presidente ruso Vladimir Putin, sino de una decisión tomada en base a una evaluación de la naturaleza del programa y de lo que “estamos intentando realizar”.
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