El Muro de Berlín cayó en la noche del jueves 9 al viernes 10 de noviembre de 1989.
Su apertura se produjo como consecuencia de las libre circulación en Alemania del Este y por las constantes evasiones hacia embajadas y delegaciones internacionales. Las condiciones se habían ablandando a finales de agosto de aquel año. En septiembre, más de 13.000 alemanes del este emigraron a Hungría. Poco después comenzaron manifestaciones masivas en contra del gobierno de Alemania Oriental. El líder de la RDA, Erich Honecker, renunció el 18 de octubre. El 6 de noviembre se hizo público el proyecto de una nueva legislación para viajar, que recibió duras críticas, y el gobierno checoslovaco protestó por vías diplomáticas por el aumento de la emigración desde la RDA a través de Checoslovaquia.
Alemania decidió facilitar los viajes al exterior. El 9 de noviembre se promulgó un plan que permitía obtener pases para viajes de visita. Se elaboró un modelo en el Consejo de Ministros, que se decidió ese mismo día antes de las 18:00 y que debía ser publicado y difundido en forma de circular a las 4:00 del día siguiente por las agencias de noticias.
Un miembro del Politburó anunció en una conferencia de prensa, retransmitida en directo por la televisión de Alemania Oriental, que todas las restricciones habían sido retiradas y, creyendo que podrían pasar sin ningún trámite al otro lado. Miles de personas se acercaron al muro, donde los guardias fronterizos no se atrevieron a disparar y abrieron los puntos de acceso.
A la pregunta de un periodista Riccardo Ehrman, en la conferencia de prensa, preguntando cuándo entraría en vigor la medida para salir de Alemania del Este, el funcionario respondió: «Ab sofort» («De inmediato»), cuando en realidad la medida tenía pautada su puesta en funcionamiento al día siguiente.
Gracias a los anuncios de las radios y televisiones de la RFA y Berlín Oeste bajo el título «¡El Muro está abierto!», muchos miles de berlineses del Este se presentaron en los puestos de control y exigieron pasar al otro lado. Ni las tropas de control de fronteras ni los funcionarios del ministerio encargados de regularlas estaban informados. Sin una orden, bajo la presión de la gente, el punto de control de Bornholmerstraße se abrió a las 23:00, seguido de otros puntos de paso, tanto en Berlín como en la frontera con la RFA. Numerosos telespectadores se pusieron en camino. A pesar de todo, la verdadera avalancha tuvo lugar a la mañana siguiente. Los ciudadanos de Alemania del Este fueron recibidos con entusiasmo por la República Federal Alemana. Las personas se encontraban y Alemania estaba rumbo a su reunificación.
Una fecha, las puertas que se abren y en pocas horas miles de personas produjeron este reencuentro luego de un aislamiento de 28 años …