El gobierno del presidente de Perú sufrió numerosas bajas luego del indulto concedido al ex presidente Fujimori, en medio de una elevada impopularidad.
El indulto concedido al ex presidente Alberto Fujimori está produciendo ulteriores efectos sobre la gestión del presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, quien anunció que está trabajando en la conformación de un nuevo gabinete de ministros “de reconciliación”.
La credibilidad del mandatario ha caído a nivel del suelo y luego de la renuncia del ministro del Interior siguió la del ministro de Cultura. Lo apoya la primer ministro, Mercedes Aráoz, quien ha sido una pieza clave para conseguir el beneficio legal concedido a Fujimori.
Oscar Ugarteche, intelectual y economista, denuncia en un artículo aparecido en estos días, que desde setiembre se ha ido predisponiendo cambios en el ministerio de Justicia y de Salud para ubicar las personas que permitieron conceder por razones humanitarias el indulto, sin que existieran las condiciones, ya que el estado de salud de Fujimori no lo justifican.
Carlos Basombrío presentó su renuncia como ministro de Interior la semana pasada, en medio del pedido de destitución de Kuczynski que presentó un sector del Congreso tras conocerse los vínculos del mandatario con la empresa brasileña Odebrecht, mientras que Salvador Del Solar renunció hoy a la cartera de Cultura junto a varios funcionarios y asesores.
Mientras, el pedido para su destitución fue archivado el jueves pasado por el Congreso, gracias a dos ayudas claves: desde la derecha la abstención de un grupo de diez legisladores fujimoristas, liderados por el hijo del ex mandatario preso, Kenji, también legislador; y, desde la izquierda, con el voto a favor de 10 legisladores del Frente Amplio, al tiempo que otros diez se retiraron del recinto. Sin embargo, tres días después Kuczynski indultó a Fujimori, aprovechando los cambios en la junta que analiza estos beneficios legales y en el ministerio de Salud de los funcionarios que vigilan el estado de los detenidos.
Todo esto indica que desde hacía tiempo había una negociación en curso.
Fujimori fue condenado en 2009 a 25 años de prisión como autor mediato (con dominio del hecho) del asesinato de 25 personas en las matanzas de Barrios Altos (1991) y La Cantuta (1992), perpetrada a cargo del grupo militar encubierto Colina, y por el secuestro de un periodista y un empresario en 1992.