Kiwis fraternos

Kiwis fraternos

El bosque que crece – Una pareja decide probar suerte del otro lado del mundo y su experiencia los lleva a pensar en quienes atraviesan algunas de las dificultades que también ellos vivieron.

Caro Flora Díaz y Andrés Proaño Valencia encarnan la metáfora de las pequeñas aves que representan a la población de Nueva Zelanda. Ambos conforman una pareja/equipo/familia que en 2016 emprendió su vuelo migratorio hacia otras tierras.

Lo hicieron luego de consolidarse como pareja y acordar un proyecto de vida. Esto no vio la luz de la noche a la mañana, sino que hubo mucho tiempo para rumiar las decisiones y elaborar planes alternativos: A, B y C.

Caro es una diseñadora gráfica argentina. Andrés nació en Ecuador y a los 20 años se trasladó a Buenos Aires para cursar sus estudios de Análisis de Sistemas en la Universidad de Palermo, en 2007. Estudió y trabajó en el sector informático.

El amor se fue forjando entre Caro y Andrés, y son un equipo full time desde febrero de 2012. Juntos germinaron la idea de una migración hacia otros lares. Cuestión que se concretó cuatro años más tarde, con mucha planificación, amor e investigación preliminar.

Caro sugiere que las personas que piensan en migrar deben amigarse con los conceptos de “caos” y “flexibilidad”. Que uno debe aprender a “bailar con la que te toque”. Esto grafica que durante su destino inicial en Oceanía (fue Sidney, en Australia) no consiguió trabajo como diseñadora gráfica y debió ejercer el trabajo free lance durante 18 meses, cual scout, estando siempre lista para la convocatoria laboral que surgiese. Por eso resume la actitud con estos dos conceptos, que requieren cierta apertura mental, amén de la agudización de la escucha y la práctica de un idioma que no es el materno.

La estrategia migratoria de nuestros kiwis tenía como destino final Nueva Zelanda, pero su planificación incluía el paso previo por otros lugares, como para conseguir la carta de residencia primero, cuestión que les facilitó su posterior radicación.

De este modo, pacientemente urdieron su arribo a Wellington, Nueva Zelanda, que es la capital más austral del mundo, donde se sienten muy a gusto.

Claro, allí deben convivir con otros usos y costumbres. Comparada con Sidney (5 millones), la escala de Wellington (212 mil habitantes) es mucho más amigable.

Estos son pequeños grandes detalles que los soñadores/migrantes deben poder anticipar. También confiesan que suelen dar con personas que llegan a Nueva Zelanda con muy poca preparación para su radicación. Ante todo Andrés sugiere las bondades de un título profesional, pero más aún, una experiencia laboral de al menos cinco años. Esto suele ser decisivo en ciertas áreas y ayuda a que se pueda ir manejando con mayor probabilidad el proceso migratorio.

El campo que ambos señalan como esencial es el legal. La normativa para radicarse y el proceso es claro por estas tierras oceánicas. El punto es juntar la información y leerla con detenimiento. Más aún, hay que estudiarla, porque algunos detalles pueden ser decisivos. Andrés subraya: “Hay que ser capaces de reunir la información y esto requiere el tiempo necesario para leerla”. Pequeño gran detalle, porque a veces uno piensa que con recopilar la info y tenerla impresa, alcanza. Craso error.

Esto los llevó a generar un portal con información pensado para los migrantes: https://immigrant.kiwi/, donde proveen desde ayuda legal, pasando por facilidades para conseguir alojamiento y también medios para aquellos que necesitan regresar a su país de origen.

La página inmigrant.kiwi no tiene “aderezos”, es texto simple que apunta a no distraer la mirada, sino a ser concretos, para aquellas personas que están con necesidades puntuales. Allí nutren data que puede ser de utilidad para aquellos migrantes que buscan establecerse y no están preocupados por mantenerse dentro de la zona de confort.

Nuestros entrevistados afirman “cada uno da lo que recibe” y, sin lugar a dudas, han recibido mucho. En la charla, Andrés refirió el grado de apertura que percibió en Argentina, nación altamente receptiva para los migrantes de otros países de Latinoamérica. Así, decidió adoptar la nacionalidad, convirtiéndose en ecuatoriano-argentino.

Quizás esto haya tenido como recompensa dar con Caro y juntos seguir andando por el mundo, pensando no solo en ellos, sino también en los demás.

Caro y Andrés, dos queridos kiwis.

Datos transformados en información accesible

Caro y Andrés cuentan que las cuatro semanas de confinamiento que tuvieron en Wellington, donde el gobierno neozelandés se destacó por sus medidas, y una clara estrategia de comunicación, dio como resultado mayores voluntarios para el proyecto de asistir a los inmigrantes. En esto la pandemia evidenció quiénes son aquellos que no reciben subsidios o ayudas gubernamentales. En ellos se focalizará el apoyo de la ONG que están pergeñando Caro y Andrés, junto a otros kiwis fraternos.

Sugieren dos portales a tener muy en cuenta:

https://www.redcross.org.nz/: La Cruz Roja de Nueva Zelanda, donde se brinda información propia de la institución, más datos certeros del covid-19 y cómo canalizar la ayuda para quienes más la necesitan.

https://www.immigration.govt.nz/ – Portal de Inmigración del gobierno neozelandés. Otra página con información certera.

Artículo publicado en la edición Nº 627 de la revista Ciudad Nueva.

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