Un satélite lanzando por la Agencia Espacial Europea puede cartografiar cada 24 horas la Tierra, señalando la presencia de emisiones de efecto invernadero.
Asia, África y Sudamérica presentan una alta concentración de gases de efecto invernadero. Especialmente Brasil se revela como un foco de contaminación. Son algunos de los primeros datos brindados por el satélite Sentinel 5P lanzado por la ESA, la Agencia Espacial Europea.
La información del Sentinel 5P ha permitido realizar un mapa global de la presencia del monóxido de carbono, en varias regiones del planeta. El satélite también revela altos niveles de contaminación procedente de centrales eléctricas en la India.
Desde octubre el Sentinel-5P está enviando imágenes de la contaminación del aire. Aunque aún se está en fase de preparación, la misión del satélite indica que comenzó una nueva etapa en la vigilancia de la calidad del aire. Por otro lado, se evidencia el problema de la contaminación.
Otras imágenes muestran la presencia de dióxido de nitrógeno en Europa, en gran medida producido por el tránsito y la combustión de combustibles fósiles en procesos industriales. Hay altas concentraciones de este contaminante sobre zonas industriales de los Países Bajos, de la cuenca del Ruhr en el oeste de Alemania, del valle del río Po en Italia y de España.
El Sentinel-5P es el sexto satélite del programa de vigilancia medioambiental Copernicus de la Comisión Europea, y el primero dedicado a la vigilancia de nuestra atmósfera. Su información será la base del Servicio de Vigilancia de la Atmósfera de Copernicus, y servirán para prever medidas y políticas de mitigación adecuadas. Los instrumentos del satélite, pueden registrar la presencia de dióxido de nitrógeno, metano, monóxido de carbono o aerosoles, contaminantes que afectan al aire que respiramos y a nuestro clima.
Las imágenes son de un nivel de detalle inédito, pues hay anchura de barrido de 2.600 km, lo que permite cartografiar la Tierra cada 24 horas. Incluso se pudo capturar la presencia de ceniza procedente del volcán Agung en Bali (Indonesia). “Estas primeras imágenes son asombrosas, especialmente si tenemos en cuenta que el satélite aún está en las primeras fases de puesta en servicio operacional”, reconoce en un comunicado Stefan Dech, director del Centro de Observación de la Tierra del DLR.