En estos meses fríos a menudo buscamos un plato bien caliente que nos reconforte luego de una jornada de trabajo, expuestos a bajas temperaturas.
Para esta receta juntaremos diferentes tipos de legumbres y algo de cereales. Si disponen de una olla de barro, es lo ideal para este tipo de plato. Si la olla es buena, verán que el sabor del plato cambia.
La noche anterior, pongan en remojo 100 gr de garbanzos, 100 de porotos, del tipo que prefieran e incluso de diferentes tipos, 100 gr de lentejas. Los pondrán a cocinar en una olla con agua abundante, un ajo cortado en dos, unas ramitas de romero, orégano y tomillo frescos. Cuando el agua comience a hervir –por ello no tapen la olla, si no al primer hervor la espuma hará desbordar el líquido– agreguen una cucharada de té de bicarbonato de sodio, que favorecerá la cocción. Unos 40 minutos después añadan las lentejas. Luego vayan agregando una cebolla mediana picada, medio morrón (del color que prefieran), 200/300 gr de zapallo ya picado, una zanahoria mediana picada, una taza de arvejas, un tomate mediano picado, dos o tres hojas de acelga bien picadas y dejen cocinar.
Un poco antes de que las legumbres estén a punto, añadir 150 gr de espelta (que es un trigo; en Chile conocido como mote y en italiano farro) hasta que esté cocido. Si el guiso se seca demasiado, tengan a mano algo de caldo de pollo, carne o verdura, para agregar. A algunos les gustará más seco a otros, más líquido. El zapallo, al deshacerse, hará más espeso el caldo del guiso. De ser necesario, como los trozos de zapallo flotan, los podrán retirar para aplastarlos. A ese punto, el guiso estará listo. Agreguen sal y pimienta a gusto y un buen puñado de perejil y un diente de ajo picados. Recién una vez que apaguen el fuego añadirán un buen chorro de aceite, si es de oliva le dará un gusto muy agradable. Añadir el aceite al final, evitará que este sea más indigesto luego de una cocción que seguramente será de una hora y media o más.
Antes de servir, dejen reposar el guiso unos 7/8 minutos para que todos los sabores se puedan percibir mejor en nuestro paladar.
Es un plato muy rico y bastante completo. Quien prefiere podrá acompañarlo con alguna rebanada de pan casero, de costra gruesa. Lo podrán acompañar con un buen vino tino, por ejemplo un merlot o un carmenere.
Que lo disfruten.