Gran maestro de América Latina y Caribe

Gran maestro de América Latina y Caribe

La partida de Juan Carlos Scannone.

El 11 de noviembre pasado, en la localidad de Loppiano, Florencia Italia, se le confiere el segundo Honoris Causa (HC) del Instituto Universitario Sophia a Juan Carlos Scannone SJ. El primero fue otorgado al patriarca ortodoxo Bartolomé, el segundo al jesuita argentino filósofo, teólogo y experto en Doctrina Social de la Iglesia. Es de destacar la ceremonia del todo particular que se vivió, dado que Scannone anhelaba llegar al momento del H.C., lejos de todo auto referencialismo, como un momento de diálogos profundos previstos en el marco del reconocimiento, de acercamiento al estilo de investigación desarrollado por el Instituto Universitario Sophia, y  poder ser partícipe con muchos de los miembros del equipo, del cual él era uno de los fundadores de Antropología Trinitaria, junto a teólogos de Europa estudiosos de Ontología Trinitaria.

Sin embargo, la vida tenía preparada para este hijo de Ignacio de Loyola otra forma de celebración. Un día antes de viajar sufrió un demoledor accidente cerebro vascular, que lo imposibilitó de cualquier intento de viaje. La Celebración se realizó en un clima de enorme solemnidad, entregando en manos de Daniel López SJ, discípulo de Scannone y actual decano de filosofía de la Universidad Católica de Córdoba, bastión cultural de la compañía de Jesús en Argentina, el H.C., y recibiendo de López la lectura de la magnífica lectio preparada por Scannone para ese momento; un diálogo con el teólogo alemán Klaus Hemmerle.

Una ceremonia altamente calificada con la participación de personalidades del mundo de la cultura, y una fuerte representación de América Latina, que contaba también con la comisión de los trabajos preparatorios del Instituto Universitario Sophia en América Latina y Caribe. Momento coronado por una hermosa carta del Papa Francisco a su profesor y hermano jesuita, donde lo reconocía, le agradecía por su trabajo a favor de los pobres, y lo exhortaba –aun consciente de los 88 años de Scannone– a continuar en la brecha del trabajo.

Una mente privilegiada sea por su rigurosa formación académica de la mano de Karl Rahner y Paul Ricoeur, entre otros, como por su extraordinaria capacidad de entrelazar estudios, libros, personalidades, eventos e historia, por lo cual se volvía un referente indispensable para quien deseaba pensar seriamente la realidad.  Como muy bien lo afirma uno de los mayores estudiosos de Scannone, el salesiano Ariel Fressia afirma: piensa la liberación a partir de la sabiduría popular, y sale al mundo a dar razones del modo particular argentino y latinoamericano de ser pueblo y luchó en los espacios académicos por su unidad y liberación incansablemente hasta su último día. Considera Fressia que, aun estudiando en Europa, encontró en América Latina otra mediación para hacer teología: la cultura popular.  Y entre sus múltiples méritos se le reconoce la traducción para el mundo del pensamiento de Lucío Gera y Rodolfo Kush.

Ubicamos a este gran maestro como fundador, junto con Dussel y otros, de la Filosofía de la liberación, e impulsor de la teología del Pueblo.

Su filosofía tuvo como punto relevante de partida la realidad. Su diálogo filosófico, teológico, se estableció con los más altos exponentes de la cultura a nivel mundial, sus libros y ensayos fueron publicados en Europa, EEUU y Asia, sus lecciones llegaron recientemente en su persona a los ateneos de China. Uno de los mayores referentes en la asesoría del papa Francisco, con el cual compartía la cercanía de almuerzos y cenas en sus pasajes por variados eventos por Roma.

Dio fundamentación epistemológica muy importante a la Doctrina Social de la Iglesia, y fue un difusor del pensamiento del Magisterio con la maestría de siempre comprender por donde Dios está pasando en la historia. Su discurso no era de biblioteca, era intenso, agudo, profundo, pero siempre vinculado a la realidad, a cuanto ya Dios escribe en ella. Llevó el mensaje de la Doctrina Social de la Iglesia a los lugares más complejos y devastados como lo fue en Haití después de uno de los últimos feroces huracanes; su edad nunca lo llevo a medirse, entendía que mientras pudiese debía donarse completamente.

Sin duda, si algo maravilla de este reconocido filosofo-teólogo es la capacidad de generar comunionalidad desde el tejido vincular con grupos de los más variados que van desde el corazón mismo de la Iglesia Católica, a los frentes laicos de la sociedad latinoamericana, su discurso sabía convivir sin ambivalencias desde el foro de la Casa de las Américas en Cuba, hasta los recintos de mayor preocupación de la Santa Sede, en unos y otros espacios su palabra era acogida, respetada y valorada. Podemos hablar de una verdadera constelación en acción, que deja no solo un tejido de conocimiento, de interdisciplinaridad, sino sobre todo un tejido de vínculos, donde todos nos sentimos hermanos y amigos.

Se podría decir de Scannone, era un señor donde pronunciara su palabra, al mismo tiempo un hermano que por años trabajó en capillas confiadas al Colegio Máximo en la diócesis de San Miguel, provincia de Buenos Aires, donde oficiaba las celebraciones litúrgicas en los barrios más necesitados, dándose con respeto, alta valoración y sabiduría a las personas y comunidades más sencillas. Podía cambiar sus vuelos aéreos, o sus viajes de eventos internacionales que fueran necesarios para no faltarles a sus comunidades barriales.

Una virtud destacable entre las muchas que testimoniaba este fiel ignaciano podemos apreciar la sabiduría en el saber reconocer a todos en su verdadero valor, diría Juan Carlos miraba a las personas y las realidades, sin juzgar, siempre en su posibilidad de ser, de crecer, de aprender, reconocía a los otros sin rastros de celos o envidia, con una mirada no sólo misericordiosa, sino altamente aguda de comprender que por allí, como decíamos antes, Dios se está manifestando, está pasando.

Un fuerte agradecimiento nos invita a conocerlo más, a caminar reconociendo las huellas de este gran maestro, que aun descansando no dejará de acompañar el trabajo del amado Pueblo de Dios.

  1. Excelente, Susana. Gracias!

    Reply

Deja un comentario

No publicaremos tu direcci贸n de correo.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.