Luego de la anulación del indulto, el partido aprobó una ley que beneficia al autócrata gracias a la holgada mayoría de la que dispone en el Congreso.
El fujimorismo vuelve a ser noticia en Perú. Horas después de que fuera detenida su líder, Keiko Fujimori, por lavado de dinero en la causa que la involucra en el pago de sobornos por parte de la empresa brasileña Odebrecht a cambio de favores en la concesión de obras, el Congreso controlado por su partido, Fuerza Popular, aprobó en media hora una ley que beneficia a su padre, Alberto Fujimori, permitiendo los arrestos domiciliarios a condenados mayores de 78 años.
La Justicia peruana ha anulado la semana pasada el indulto del que fue beneficiado el ex dictador, quien fue ingresado en un hospital para impedir que volviera a la cárcel. Mientras tanto, el Congreso unicameral donde Fuerza Popular dispone de una holgada mayoría, tramitó una ley que literalmente calza a la perfección a la situación de Alberto Fujimori: los condenados mayores de 78 años, que hayan cumplido un tercio de la pena podrán seguir en su domicilio bajo vigilancia electrónica, pudiéndose alejar del distrito de residencia solo con permiso tramitado con 48 horas de antelación. La norma, además, favorece también al ex asesor del autócrata, Vladimir Montesino, de 73 años, condenado también él como Fujimori, quien debería haber purgado una condena a 25 años por delitos de lesa humanidad y, además, por corrupción.
El poder de Fuerza Popular en el país se opone al esfuerzo del Gobierno del presidente Martín Vizcarra, de erradicar la corrupción que se ha enquistado en el Estado. Un mayúsculo escándalo ha envuelto a la cúpula del Poder Judicial que ha beneficiado, entre otros, precisamente a líderes del partido de Keiko Fujimori, que no podían explicar cómo pudo obtener recursos para sus campañas electorales. Por tanto, existe una relación entre la reforma del Poder Judicial, y que en diciembre será sometida a referéndum, impulsada por Vizcarra, el arresto de Keiko Fujimori y la maniobra para beneficiar sin razón alguna a su padre. La Justicia pudo comprobar que no había razones humanitarias para conceder el indulto, decisión que condujo a la renuncia del anterior presidente Pedro Pablo Kuczynski. Vizcarra ha asumido la continuación del mandato presidencial, pero en un contexto de elevada debilidad política, pues su bancada en el Congreso es muy reducida al tiempo que Fuerza Popular dispone de la mayoría de los diputados. Semanas atrás, Vizcarra recordó a Fuerza Popular que tiene el poder de disolver el Legislativo y convocar a nuevas elecciones, puesto que en dos casos el fujimorismo estuvo intentado anular las iniciativas del Ejecutivo.
Por otro lado, el fujimorismo parece estar en caída libre. Las protestas populares contra la corrupción en la justicia han identificado en Fuerza Popular un defensor de los corruptos y eso se ha advertido en los resultados de las elecciones regionales, donde el fujimorismo ha sufrido un muy duro revés.