En el marco del X World Peace Forum (Foro Mundial de la Paz) para adultos, se realizó el 2do Foro Mundial de Jóvenes por la Paz (Youth World Peace Forum) del 22 al 25 de septiembre en la ciudad de Florianópolis, Brasil.
Con aproximadamente 150 jóvenes de más de 20 nacionalidades, se vivieron días de convivencia, conferencia, presentación de proyectos y diálogo que, como en la primera edición del año pasado en El Cairo, crearon una realidad de mundo unido entre los participantes. Como si utópicamente fuera posible una realidad de este tipo en sólo 5 días: se ve que lo es.
El evento, como explica el presidente de la organización que crea este evento, Dominicus Rohde, busca cambiar los esquemas: “Hasta hace 70 años, el mundo estaba inmerso en un paradigma de guerra, los gobiernos contaban con ministerios para administrarla. Hoy vivimos en un paradigma de defensa, y lo vemos reflejado en las instituciones y en el modo de reaccionar ante los conflictos y prejuicios. Tenemos que cambiar a un paradigma de Paz, crear instituciones y ministerios de paz”, reclama el alemán. Y por algún lado hay que empezar. Uno de esos modos es conectar a las personas que trabajan incansablemente por cambiar este mundo y llevarlo hacia el fin de los conflictos armados y violentos y más allá, hacia una paz real y concreta.
Un ejemplo que ponía Dominicus, para evidenciar cómo se puede cambiar los paradigmas, es el de la ecología. Hace 40 años nadie pensaba en el medio ambiente, prácticamente ni existía la palabra. Hoy las empresas tienen que pensar en el desarrollo sostenible o de otra manera saben que no van a prosperar, y las generaciones más jóvenes lo exigen.
Carlos Palma, Presidente del 2do Foro de los Jóvenes, remarcó la fuerza de los jóvenes, su iniciativa, coraje y empuje. Y puso como ejemplo una experiencia que vivió con los jóvenes de Egipto durante plena Revolución egipcia, en la que ellos se lanzaron a pedirles a los grandes políticos mundiales que ayudaran a parar la violencia, logrando la respuesta de grandes líderes como una carta del mismísimo presidente norteamericano, Barack Obama.
Con ese empuje y fuerza, vuelven los jóvenes a sus ciudades y rutinas diarias, para seguir cambiando los paradigmas desde las pequeñas células en las que cada uno se desenvuelve. Como el joven Omar Aboubarak, egipcio musulmán premiado con el Luxembourg Peace Prize por testimoniar la paz en cada aspecto de su vida y por su trabajo en búsqueda de romper los prejuicios que existen hacia los árabes y los musulmanes. Un joven que difunde la paz con su testimonio de vida como primer ejemplo y nos enseña cómo hacerlo cada uno.
