El papa Francisco afirmó este miércoles 25 de marzo -día en el que la Iglesia recuerda la solemnidad de la Encarnación del Verbo de Dios-, durante la audiencia general celebrada en la Biblioteca del Palacio Apostólico, que “todo ser humano está llamado por Dios a gozar de la plenitud de la vida, y toda amenaza a la dignidad y a la vida humana no puede no repercutir en el corazón de la Iglesia, en sus ‘vísceras’ maternales”.
El pontífice recordó en su catequesis que “hace 25 años, en esta misma fecha del 25 de marzo, que en la Iglesia es la fiesta solemne de la Anunciación del Señor, San Juan Pablo II promulgaba la encíclica Evangelium vitae, sobre el valor y la inviolabilidad de la vida humana”.
El Santo Padre explicó que, en el Evangelio del día, en el que se narra la Anunciación y el “sí” de María al proyecto de Dios, “la Virgen acoge el Verbo que se hace carne, y acepta con confianza cuidarlo. Acepta convertirse en madre del Hijo de Dios. Así, en María, se realiza el encuentro de Dios con el hombre”.
Destacó que “el vínculo entre la Anunciación y el ‘Evangelio de la vida’ es estrecho y profundo, como subrayó san Juan Pablo en su encíclica”.
Por otra parte, la fecha también es tomada por muchas naciones para celebrar la Jornada de la Vida o la Jornada del Niño por Nacer, una iniciativa del propio Juan Pablo II.
En 1993, El Salvador se convirtió en la primera nación en celebrar oficialmente esta jornada, a la cual se sumaron posteriormente Argentina (1998), Guatemala (1999) y Chile (2014).