Cada 2 de noviembre celebramos el día de los fieles difuntos, los queribles mexicanos componen rimas conocidas como calaveras, donde personifican a la muerte, haciéndola interactuar con personajes varios.
Compartimos un par de calaveritas compuestas ad hoc para Pedro y Joaquín.
Estaba Peter recordando a sus muertos
la nostalgia una lágrima le sacaba
la Calaca viendo su sufrir y su llanto
en su rostro una sonrisa se pintaba,
-No llores Peter, que no hay razón
la huesuda decía con maña.
-¡No los lleves solo en el corazón celebra que los veras mañana!
El Joaco en su casa estaba, bloggeando de madrugada.
Cuando de pronto quejidos oyó, de un salto de su silla se levantó.
Ver a la muerte tan cerca lo espantaba, y esta del brazo lo tomó
–Vamos a tomar un café a mi sala, le dijo,
y así de la manito, al panteón se lo llevó!
Parece una forma interesante de tomarse la vida, porque en definitiva todos culminaremos nuestro paso, radioviajando al más allá, donde nos encontraremos con un montón de seres queridos.