Durante todo el año pasado, la concentración de co2 en la atmósfera superó establemente el umbral de las 400 partes por millón.
Mientras, mes tras mes, se sigue confirmando que el 2016 será el año más cálido desde que en 1880 se comenzó a medir la temperatura del planeta, llega una nueva e inquietante noticia: el 2015 ha sido el primer año en el que la presencia de co2 ha superado en modo estable el umbral de las 400 partes por millón.
El dato ha sido brindado por la Organización Meteorológica Mundial (WMO, en inglés) en su publicación, el Greenhouse Gas Bulletin, en la que se sostiene que estamos ante una “nueva era de la realidad climática”.
En el informe se indica que si bien el nivel ha sido favorecido por efecto de El Niño los cambios provocados permanecen pese a que el evento meteorológico ha desaparecido. En efecto, en el pasado los niveles de co2 ya habían alcanzado las 400 partes por millón, pero nunca en forma permanente a lo largo de un año. Para la WMO las concentraciones de este gas quedarán por encima de las 400 ppm y no disminuirán durante varias generaciones.
La entidad sostiene que se necesitarán años para ver los resultados de la puesta en marcha de iniciativas para reducir la cantidad de gases de efecto invernadero en la atmósfera, luego de años de inercia. Para la WMO se trata de verdaderos pasos agigantados, que producirán efectos benéficos.
De hecho, el secretario general de la organización, Petteri Taalas, elogió el acuerdo alcanzado recientemente en Kigali que modifica el protocolo de Montreal para la eliminación gradual de gases con fuerte impacto, como los hidroflorocarbonos, “pero el verdadero elefante en el bazar es el co2 que permanece en la atmósfera durante miles de años y todavía más tiempo en los océanos. Si no afrontamos las emisiones de co2 no podremos afrontar los cambios climáticos y contener el aumento de las temperaturas por debajo de los 2 grados centígrados respecto del nivel de la época pre-industrial”.