La cancillería norteamericana ofreció sentarse a hablar sin imponer que previamente los norcoreanos renuncien a su programa nuclear.
Luego de meses de duelo verbal entre Estados Unidos y Corea del Norte, condimentado con mutuas amenazas y ensayos balísticos y nucleares, por fin desde Washington se ha escuchado una propuesta coherente con el sentido común.
La propuesta ha sido formulada por el titular de Exteriores, el secretario de Estado Rex Tillerson (foto), quien ofreció a Pyongyang un “diálogo directo y sin condiciones previas”. La invitación supone un giro de 180 grados de la postura norteamericana que siempre ha pretendido que los norcoreanos renunciasen a su programa nuclear.
“Estamos dispuestos a hablar con Corea del Norte en el momento que quiera. Estamos dispuestos a una primera reunión sin condiciones previas. Simplemente veámonos y entonces podremos empezar a trazar una hoja de ruta”. Tillerson es una figura que ha quedado dañada por el estilo del presidente Trump, acostumbrado a los exabruptos y a expresiones que tienen más de mediáticas que de políticas, y al margen del entorno presidencial. Sin embargo, se trata de una propuesta que difícilmente podría haber aparecido sin la aprobación del despacho oval.
Es muy posible que, además, sea una propuesta fruto de los contactos diplomáticos con el régimen de Pekín, el país más cercano a Corea del Norte geográfica e ideológicamente. A su vez, las continuas provocaciones y mutuas amenazas de guerra, no dejan tranquilos a los vecinos de la región aliados de Washington, pero al alcance de las armas convencionales y de destrucción masiva en manos del líder norcoreano Kim Jong-un.
Corea del Norte saldría destruida de cualquier conflicto, convencional o no, con Corea del Sur o con Japón, y con los Estados Unidos. Eso nadie lo duda. El problema es el daño y las víctimas que eso podría provocar antes de neutralizar al régimen de Pyongyang.
Lo más razonable, por tanto, es avanzar precisamente por la senda del diálogo y evitar una confrontación que no tiene mucho sentido llevar adelante.