Luego de las elecciones de abril y las de este domingo, los dos partidos consiguieron un acuerdo de gobierno que en seis meses no habían conseguido.
El presidente del gobierno español en funciones, el socialista Pedro Sánchez, firmó este martes un acuerdo con el líder del izquierdista Unidas Podemos, Pablo Iglesias, para la formación de un Ejecutivo “estable” y “profundamente progresista”. “El país necesita un Gobierno que empiece a andar cuanto antes”, afirmó Sánchez en unas declaraciones tras la firma del acuerdo, en las que aseguró que se trata de un pacto estable para los “cuatro años” de la legislatura.
Sánchez confía en que el acuerdo, dos días después de nuevas elecciones en las que ambos partidos perdieron bancas y en cambio duplicó las suyas la derecha extrema permitirá “superar” el bloqueo político que vivió el país tras las elecciones de abril pasado, cuando estos dos mismos partidos no lograron el pacto ahora alcanzado, lo que generó “decepción” entre los ciudadanos.
Sin embargo, el fuerte aumento del partido ultraderechista Vox en las elecciones del domingo, en las que se alzó como la tercera fuerza más votada, ha dado un nuevo ímpetu a PSOE y UP para aparcar sus diferencias y lograr un rápido entendimiento. El acuerdo es “una necesidad histórica”, recalcó Iglesias, quien avanzó que el futuro Gobierno apostará por “el diálogo para afrontar crisis territorial y la justicia social como mejor vacuna contra la extrema derecha”.
“Va a ser un Gobierno profundamente progresista”, según Sánchez, quien recalcó que “lo único que no cabrá será el odio y la confrontación entre los españoles”. Después de las agrias disputas entre ambos partidos, pero también reproches personales entre Sánchez e Iglesias, durante los meses en que no lograron un acuerdo, ambos dirigentes restaron hoy importancia a esas peleas.
Sánchez e Iglesias firmaron en el Congreso de los Diputados un documento en el que detallan los 10 principales puntos de actuación del futuro Gobierno, entre los que destacan la mejora del empleo; protección de la sanidad, la educación y las pensiones; garantizar el derecho a la vivienda; lucha contra el cambio climático, igualdad de la mujer o ampliación de los derechos sociales. El acuerdo incluye también un punto sobre Cataluña y ambos partidos apuestan por “garantizar la convivencia” y “la normalización de la vida política” buscando fórmulas de entendimiento y encuentro “dentro de la Constitución”.
El acuerdo entre PSOE y Podemos sólo tiene el respaldo de 155 de los 350 diputados elegidos el pasado domingo. Para conseguir la mayoría (176) deberán conseguir el apoyo de otros 21 legisladores de partidos menores regionalistas y de izquierda para intentar acercarse a la mayoría.