Como parte de la constelación de niños del Movimiento de los Focolares que en distintos lugares del mundo en Navidad quieren darle un lugar a Jesús, en distintos lugares de la Argentina y países limítrofes grupos de chicos acompañados por sus padres y otros adultos salieron a anunciar el Amor de Dios por la humanidad.
En la ciudad de Buenos Aires, en la esquina de un importante supermercado, junto a la comunidad parroquial con cantos y diversos gestos se comunicó a los peatones el verdadero significado de la Navidad. Los chicos con amor y ternura corrían al encuentro de los personas para entregarles un niño Jesús junto a la meditación de Chiara Lubich “Han desalojado a Jesús”. La gratuidad de la experiencia llegó a muchos… También impactó sobre quienes la prepararon: “El Niño me cambió la vida”, dijo una señora que se comprometió en la confección de las 400 figuras de yeso que se repartieron en esta ocasión… Y otra: “Cada vez que hacía uno de los niños para entregar rezaba por la persona que lo iba a recibir”, expresó con su entusiasmo característico una “joven” de 91 años…
Mientras tanto en Luján padres y chicos jugando juntos profundizaron el mensaje que nos da el Pesebre de la mano del Papa Francisco en la Carta Admirabile signum. En un clima de familia y amor recíproco “… descubrimos que Él nos ama hasta el punto de unirse a nosotros, para que también nosotros podamos unirnos a Él” (Papa Francisco).
En Mercedes los niños prepararon tarjetas navideñas que ayer domingo entregaron a las personas a la salida de Misa, donando a todos la alegría de que Jesús nace para salvarnos y traernos la paz.
La ciudad de La Plata también fue centro de esta actividad, donde una decena de chicos junto a sus padres y jóvenes repartían las figuras del Niño Jesús de yeso. También, con guitarra y otros instrumentos en mano, entonaron diferentes villancicos que habían preparado en las semanas previas… todo con la frescura propia de quienes saben reconocer lo esencial.
Frente a una de las Iglesias más importantes o en la misma cuadra de uno de los centros comerciales más concurridos, los chicos contagiaban la alegría del “inminente” nacimiento de Jesús.
No faltaron las caras de sorpresa de gente que llevaba bolsas de regalos y el agradecimiento por esta linda manera de recordar quién es el centro de atención esta Navidad.
En Avellaneda, en tanto, se repartieron 135 niñitos Jesús en el centro de la ciudad. Los chicos, entusiasmados, corrían a entregarlos a la gente que pasaba porque “la navidad es el cumpleaños de Jesús”. Las personas se sorprendía, escuchaban atentos y agradecían mucho.
En Bahía Blanca, los chicos misionaron por los barrios entregando al Niño Jesús puerta a puerta, además de realizar un pesebre viviente en la plaza, donde participó toda la familia, con la presencia de abuelos, padres y hermanos.
También los chicos de Resistencia ofrecieron sus Niños Jesús en la plaza, al igual que en Rosario, donde también se realizó un pesebre con toda la comunidad de los Focolares y se visitó a los 104 ancianos de un Hogar, donde también asistieron los coros de un grupo ecuménico. Por otro lado, el Hospital también será uno de los destinos a donde irán a repartir los Niños Jesús y juguetes para los chicos internados.
En Alta Gracia, Córdoba, los chicos participaron de un programa radial, donde el productor dijo que los niños le habían enseñado el verdadero sentido de la Navidad. ¡Y los invitó a hacer otro programa! Y luego en la plaza repartieron Niños Jesús, provocando conmoción en muchos adultos.
En Salta, la actividad se realizó en el Barrio donde la comunidad de los Focolares hace apoyo escolar, llevaron adelante una actividad plástica y luego se distribuyeron los Niños Jesús en un clima de armonía y alegría.
En Mendoza, impresionó como nunca la alegría de las personas al recibir a Jesús, desde adultos a adolescentes. Los más chicos estuvieron “fantásticos” para transmitir el mensaje delante del shopping Palmares. También en Paraguay el lugar elegido fue uno de los centros comerciales importantes.
Compartir esta experiencia nos ayudó a vivir juntos la preparación a la próxima Navidad. Como dijo alguien por whatsapp: “¡Estas noticias nos renuevan el alma! La candidez y ternura de los chicos nos traen el perfume y el espíritu de Jesús Niño”.
Han desalojado a Jesús *
Se acerca la Navidad y las calles de la ciudad de Zúrich se cubren de luces. Una hilera interminable de locales comerciales, una riqueza exquisita, pero exorbitante. Estamos en el país tal vez más rico del mundo.
Sobre la izquierda de la Bahnhofstrasse una serie de vidrieras se destacan porque, detrás del vidrio, esta nevando graciosamente: ilusión óptica. Además, niños y niñas sobre trineos tirados por renos y animalitos al estilo Walt Disney, y papás Noel, cervatillos, chanchitos, liebres, ranas animadas y enanitos rojos. Todo se mueve con gracia. ¡Ah, también angelitos! ¡Pero no…, son hadas! ¡La última novedad, inventadas como complemento del paisaje nevado!
Un niño, en puntas de pie, observa deslumbrado, en compañía de sus padres. En mi corazón, en cambio, siento primero incredulidad y, enseguida, casi rebelión: ¡Este mundo rico se ha adueñado de la Navidad y de todo su contexto y ha desalojado Jesús!
De la Navidad ha tomado la poesía, el ambiente, la amistad que suscita, los regalos que sugiere, las luces, las estrellas, las canciones. Navidad le interesa porque es uno de los mejores negocios del año. Pero en Jesús ni piensa.
“Vino a estar con los suyos y éstos no lo recibieron…” “No había lugar para él en la posada…” ni siquiera en Navidad.
Por la noche no pude dormir. Esta preocupación me mantuvo despierta. Se me ocurre que, si volviera a nacer, haría muchas cosas… Si no hubiera fundado la Obra de María (1), en este momento fundaría una obra al servicio de la Navidad para todos los hombres de la Tierra. Haría imprimir las postales más hermosas del mundo. Fabricaría estatuas y estatuillas con el arte más refinado. Grabaría poesías, canciones del pasado y del presente, ilustraría libros para chicos y grandes sobre este “misterio de amor”, escribiría guiones para teatro y cine. No sé lo que no haría.
En este momento le estoy agradecida a la Iglesia que ha salvado las imágenes. Cuando, hace treinta años, estuve en un país que estaba dominado por el ateísmo, conocí a un sacerdote que esculpía ángeles para recordarle el cielo a la gente.
Hoy lo comprendo mejor. Es lo que se requiere ante el ateísmo práctico que actualmente invade el mundo por todas partes. ¡Qué dolor provoca esta apropiación de la Navidad y el desalojo de Jesús recién nacido!
Que al menos en todas nuestras casas, se diga a viva voz quién es el que ha nacido, festejando este acontecimiento como nunca.
Chiara Lubich
*Se puede encontrar en el libro Navidad para todos.