Entidades públicas y privadas invierten mil millones de dólares en el proyecto de una vía férrea que unirá el centro del país con el puerto de Montevideo.
La instalación de la más grande fábrica papelera del mundo en el centro geográfico de Uruguay, la lacustre ciudad de Paso de los Toros situada a 273 km del puerto de Montevideo, dará una nueva oportunidad de desarrollo del sistema de trenes en el país. La inversión de las obras, que ya están en marcha, supone una inversión de 1.000 millones de dólares. El proyecto supone la participación de capitales públicos y privados y ocurre un siglo y medio después de que los ingleses comenzaran a realizar la red ferroviaria en Uruguay.
Desde los años ’90, Uruguay ha optado por favorecer la forestación en vista de la producción de pulpa de celulosa. Durante más de veinte años, eso ha permitido forestar a un ritmo de 20.000 hectáreas anuales aprovechando la fertilidad de la tierra y el clima benigno. Además de ser un aporte para la preservación de la calidad del aire, en paralelo se ha desarrollado la producción maderera y de celulosa, con la instalación de una primera planta sobre el río Uruguay, frente a la costa argentina. Se estima que cada veinte minutos, al puerto de Montevideo ingresa un camión de carga con madera.
La nueva planta supone una inversión de 2.000 millones de dólares, que aumentará en 1.000 millones de dólares anuales las exportaciones, generará 8.000 empleos directos, más los indirectos. Es un aporte sustancial para la economía de Uruguay, habitado por apenas 3,4 millones de habitantes. Este incremento de la actividad productiva necesita de una infraestructura para el transporte y la red vial es insuficiente. Por esta razón se ha puesto en marcha el proyecto que desarrolla la mencionada vía férrea. Si bien el tren contará con una producción “cautiva”, la de la nueva planta papelera, las autoridades de Gobierno consideran que puede ser el comienzo para ampliar el sistema de transporte por tren que, desde los años 50 ha ido decayendo sin poderse nunca recuperar. El sueño es volver a disponer de una red ferroviaria, menos contaminante y más segura respecto del transporte sobre ruedas que puede proyectar sobre toda la región del Mercosur.